Jueves 18 de setiembre de 2003 | ||
Aportes para la salud de los rionegrinos |
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Por Norberto Delfino (*) |
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Gozar de buena salud es un derecho consagrado explícitamente en nuestra Constitución provincial. Asimismo esto es claramente un bien social, resultante de una serie de efectos provocados por factores biológicos, condiciones sociales y estilos personales de vida, medio ambiente y, finalmente, servicios de cuidado y atención de la salud. En este marco, la función básica de un sistema provincial debe ser promover y mantener la buena salud de la población. Además, protegernos de las enfermedades, resolver los problemas de salud en forma precoz y oportuna. Disponer de referencias según niveles de complejidad de atención y garantizar acciones de rehabilitación. Sin embargo, el planteo de reformas e innovaciones que nutrirán una nueva y mejor manera de política sanitaria, en cuanto pública y comunitaria, no puede no incluir estrategias que contribuyan a la recreación de confianza social y generar por consiguiente capital social. Como un complejo proceso social, más poder y responsabilidades son conferidos a la gente. Los hospitales públicos, por caso, iniciaron hace una década el camino hacia la autogestión. Han experimentado dificultades financieras y organizativas enfrentando las necesidades de la gente y del personal, mientras padecían ajustes presupuestarios y burocracia. Su propia crisis financiera no le ha permitido al gobierno extenderse en muchas inversiones necesarias. La gente se encontró con que la burocracia parece tomar habitualmente decisiones por sí misma. Sin embargo, las innovaciones y los cambios motivados por la estrategia de los hospitales públicos de autogestión (HPA) han logrado que la población se involucre cada vez más y sea mayormente capaz de ir superando ese tipo de dificultades. No obstante, se hace necesario ir más allá de la estrategia de los HPA. El paradigma del Estado de bienestar: “El pobre necesita y el Estado lo beneficia” debe ir evolucionando hacia el Estado bienhechor: “Todos asumiremos algunas responsabilidades para que el Estado garantice el bien común”. Este último debe ser fuertemente sostenido aun cuando algunas veces se requiera de intervenciones prioritarias en grupos vulnerables o dañados socialmente. Desde las necesidades insatisfechas del pueblo y desde la reconstrucción de un Estado bienhechor, servirán estos aportes para decidir políticas públicas de salud. Un proceso de desarrollo que debería: • Ser un instrumento consistente con la construcción de capital social comunitario. • Ser asumido y sostenido en el tiempo como una política de Estado. • Ser acordado y legitimado con todos los sectores sociales: empresas, asociaciones científicas, gremiales, asociaciones profesionales, entidades académicas, Poder Legislativo, Poder Judicial, municipios, entidades intermedias, etc. • Ser convocante para todos los actores del sector: financiadores y efectores. • Contemplar ineludiblemente una recomposición socialmente aceptable de salarios, honorarios y condiciones de vinculación contractual. Tres conceptos basales a partir de los cuales edificar institucionalmente el cuidado y la atención de la salud de los rionegrinos: 1) Desarrollo de la atención primaria de la salud (APS) entendida como estrategia, opuesta a la fragmentación y desregulación, y definida como eje de las políticas sanitarias en todos los niveles de atención, no sólo en el primero. Se propone incorporar criterios actualizados de APS, a los efectos de contemplar aspectos prioritarios tal como flexibilidad para responder a las diferentes necesidades y circunstancias, priorización del desarrollo técnico-profesional y del trabajo en equipo, aceptación plena del papel cada vez más importante de la información y de sus tecnologías, fundamentación en la evidencia de los procesos de toma de decisiones y capacidad para gestionar recursos en los diferentes niveles y estructuras del sistema. 2) Desarrollo de un modelo nuevo de gestión participativa: conformar un nuevo Consejo Provincial de Salud Pública incluyendo en su consejo consultivo a sectores sociales, políticos, gremiales y científicos con una conducción operativa ágil y de fuerte contenido técnico. Deberán ser unificados las políticas y los recursos económicos entre la red hospitalaria pública y los programas sanitarios dependientes del Consejo Provincial de Salud Pública y del Instituto Provincial del Seguro de Salud, asegurándose la efectividad del sector. Se transformarán los consejos locales de salud en consejos directivos hospitalarios locales responsables del sistema local/ municipal del cuidado y atención de la salud con integración de todos los efectores vinculados con el sector. Transferir los hospitales a las comunidades, ratificando su carácter público, gratuito y docente. Se procederá a transferir poder de decisión al nivel local para facilitar el manejo y designación de recursos humanos, administración de recursos financieros (descentralización con presupuesto acorde a la calidad y cantidad de la demanda), organización de la programación local de salud y articulación operativa creciente con las estructuras municipales, en especial en el primer nivel de atención. Acompañando este proceso, se deberá fortalecer el nivel central de salud como coordinador general del sistema, para asegurar similar calidad de gestión en toda la provincia y como garante, contralor y evaluador de la aplicación de las políticas establecidas, manteniendo la regionalización como zonas sanitarias coordinadas por los hospitales cabecera como estructuras de apoyo a la gestión local. 3) Asegurar la cobertura explícita universal para todos los rionegrinos, sobre la base de un modelo de seguro público solidario y subsidiario. Creación del “CUIDAR” (Cobertura Universal Integrada de Atención para Rionegrinos) instrumentando, en virtud de lo contenido en la ley 3.280 en sus alcances de máxima, un programa único y obligatorio de cobertura explícita de atención y cuidado de la salud para todos los rionegrinos, cuyo financiamiento estará asegurado por la unificación de los fondos necesarios provenientes de la administración pública provincial, nacional y de los aportes de las obras sociales provinciales y nacionales con beneficiarios en Río Negro. Habrá un solo pagador, con reglas claras, terminando con la iniquidad de la fragmentación actual, llevando tranquilidad a los buenos prestadores y a todos los ciudadanos. (*) Médico MPH Director del hospital de San Carlos de Bariloche. |
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