Lunes 8 de setiembre de 2003
 

¿Una comisión de las Américas?

 

Por Andrés Oppenheimer

  Justo cuando el presidente estadounidense George W. Bush y los líderes de 33 países americanos acaban de acordar que realizarán su próxima Cumbre de las Américas en enero del 2004 en México, un nuevo estudio confirma lo que muchos habíamos sospechado: que estas megacumbres producen cientos de planes, pero se olvidan de pensar cómo financiarlos.
El estudio de 29 páginas, titulado “Mandatos sin financiamiento en el hemisferio”, fue escrito por Richard Feinberg, el ex asesor para América Latina de la Casa Blanca durante la presidencia de Bill Clinton.
El estudio, que aún no ha salido a la luz, fue comisionado por el Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami, que hace evaluaciones periódicas de los compromisos anunciados en las Cumbres de las Américas. El borrador llegó a mis manos justo en momentos en que la Universidad de Miami (UM) anunció que el Centro dejará de existir tal como lo conocemos (más sobre esta lamentable decisión, más adelante en esta columna).
Pero, ¿cuál es el gran descubrimiento en afirmar que las Cumbres de las Américas producen un montón de promesas vacías?, se preguntarán ustedes. ¿Acaso no es harto sabido que las cumbres son una forma de turismo político que los presidentes usan para pasar un buen rato y salir en las primeras planas en sus países?
Bueno, la mayoría de las cumbres son eso, pero ésta es diferente: se trata de la única en esta parte del mundo en la que participa el presidente de Estados Unidos. Los países latinoamericanos se reúnen constantemente entre ellos, pero esta cumbre es la única en la que pueden sentarse juntamente con la principal potencia económica del mundo cada tres o cuatro años, y amarrar acuerdos hemisféricos.
Desde la primera Cumbre de las Américas, realizada en Miami en 1994, las tres cumbres de este tipo que se han realizado hasta ahora han acordado cientos de planes de acción, incluido el proyecto de crear un Area de Libre Comercio de las Américas en el 2005. Si las Américas se convertirán algún día en una especie de Unión Europea, la Cumbre de las Américas será el embrión del organismo central hemisférico.
Cuando lo llamé a su casa en California, Feinberg me dijo que su estudio no constituye de ninguna forma una crítica a la Cumbre de las Américas. Por el contrario, las cumbres “han tenido muchos más logros de los que la gente cree”, dijo, incluida la Convención Interamericana contra la Corrupción, y la Carta Democrática, por la cual los países acordaron aislar a los gobiernos que, aunque productos de una elección, quiebren el orden constitucional.
Sin embargo, cuando se trata de las áreas de salud y educación, muchos de los 164 acuerdos firmados en la cumbre de 1994 en Miami, los 141 de la Cumbre de Santiago de Chile, y los 245 de la Cumbre de Québec en el 2002, no pudieron ser concretados por falta de fondos o de mecanismos para implementarlos, señaló.
El estudio indica que uno de los principales problemas de las Cumbres de las Américas es “la falta de mecanismos propios para implementar sus mandatos”. Para no crear una burocracia nueva, la Cumbre delegó toda la implementación de sus resoluciones a la Organización de Estados Americanos (OEA) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero ninguna de estas dos instituciones recibió suficientes fondos como para hacer su trabajo, dijo Feinberg.
En el caso de ambas instituciones, “hay una enorme brecha” entre los mandatos de las cumbres y lo que la OEA y el BID han hecho, dice el estudio. Agrega que la OEA ha hecho más que el BID, en parte porque esta última institución está influenciada por ministros de Finanzas, para los cuales las directivas de las cumbres son redactadas por cancilleres “que no entienden cabalmente la dura realidad de la economía global”.
¿Mi conclusión? Si Bush realmente apoya la idea de crear un área de libre comercio hemisférica, como dice, debería crear una Comisión de las Américas -como la comisión que dirige la Unión Europea- o en su lugar comprometer fondos para ayudar a que la OEA y el BID hagan su trabajo. De otra manera, la próxima Cumbre de las Américas en México será otro muestrario de grandes proyectos abandonados por falta de fondos.
Posdata: ¿Hubo un “golpe de derecha” en el Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami, alentado por las autoridades universitarias para conseguir más fondos del estado de la Florida, como dicen algunos amigos del Centro? ¿Se está convirtiendo la UM en una institución cada vez más parroquial?
El director académico de la UM, Luis Glaser, me asegura que “estamos comprometidos en mantener el Centro”, pero que debido a problemas presupuestarios “debemos reestructurarlo e involucrarlo más con la universidad’’. Hmmmm. Veremos.
     
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación