Recrudece la ola de inseguridad con más secuestros

Exigen 500.000 dólares por el padre del futbolista Christian Traverso.

También intentaron secuestrar a la hermana de los mellizos Barros Schelotto.

Gustavo Barros Schelotto evitó cualquier contacto con la prensa y llegó a la casa de sus padres sin hacer declaraciones.

La ola de secuestros en el país, tuvo ayer una jornada de rebrote con cuatro casos, uno de ellos hasta anoche irresuelto.

Los secuestradores parecen no conocer de límites a la hora de llevar a cabo sus planes, ya que en uno de los casos, una mujer y su beba de sólo tres meses, estuvieron cautivas por unas diez horas.

En otro, un hombre y su hija de ocho años, fueron liberados por la Policía tras vivir momentos de tensión y angustia.

Pero en los casos registrados ayer, las personas elegidas por los secuestradores también volvieron a tocar a deportistas famosos. Una de las víctimas fue la hermana de los mellizos Gustavo y Guillermo Barros Schelotto, mientras que el restante es el del padre del también futbolista Christian Traverso.

Viaje urgente

Cuando se conoció el secuestro de Luis Traverso, su hijo Christian tomó un vuelo desde México -donde actualmente está jugando- para ponerse al frente de las negociaciones. Es por ello que se esperaba su llegada a Argentina durante la madrugada.

Luis Traverso tiene una empresa de transportes en Villa Bosch y fue secuestrado por desconocidos.

En una comunicación mantenida con la familia, los captores exigieron la entrega de medio millón de dólares para liberar al empresario sano y salvo.

Logró zafar

En La Plata, Carolina Barros Schelotto llegaba en su auto a la casa de sus padres, cuando imprevistamente fue tomada de un brazo por un hombre de unos 40 o 45 años.

La mujer, que en ese momento se encontraba con sus hijos, forcejeó con el desconocido, justo en el momento en que salía su padre, por lo que malviviente se dio a la fuga en una moto de alta cilindrada.

Con la beba de tres meses

Fueron diez eternas horas las que vivió una mujer y su pequeña hija. Fueron secuestradas por una banda en Avellaneda, que las liberó tras el pago de 9.000 pesos y un aparato de DVD. La banda demostró mucho profesionalismo, ya que las negociaciones las realizaron desde un sector del Gran Buenos Aires, donde es casi imposible rastrear las llamadas.

Tras el pago, los secuestradores liberaron a la mujer en el partido de Morón.

Persecución y detenciones

Otra pesadilla fue vivida por un hombre con su hija de ocho años. Fueron secuestrados cuando iban en una camioneta, pero la acción fue vista por la policía Se inició una persecución y los captores optaron por abandonar a sus víctimas e intentar escapar a pie. Sin embargo, fueron detenidos. (AR)