Un inusual pedido de ayuda

VIEDMA (AV)- Pedir más ayuda. Esta parece haber sido la opción de un hombre que fue detenido el fin de semana tras protagonizar un hecho de violencia familiar en la vivienda en la que hasta hace un tiempo habitó junto con su exmujer e hijos.

El hecho tuvo una gran repercusión en esta capital por tratarse de un funcionario del área de Salud Pública. El hombre, que tendría 37 años, habría estado en tratamiento pero lo sucedido el fin de semana habría generado una decisión aún más determinante.

Como en otros casos extremos de esta naturaleza la justicia dispuso la internación del hombre en un centro adecuado para su recuperación, resolución que fue elevada al área de derivaciones de Salud del Ejecutivo rionegrino que conducía esta persona.

El mismo habría firmado su derivación a un centro de atención de personas con problemas de adicciones de Neuquén, donde se encontraría internado desde el lunes.

Los hechos de violencia familiar son difíciles de solucionar por diversas razones y resistencias pero son más frecuentes de lo que uno supone en todos los niveles sociales.

Por lo general, sólo se ventilan en sectores de la sociedad más vulnerables y donde la necesidad no permite ocultar las huellas de los moretones en los rostros de las mujeres que si no van a trabajar no comen o no tienen otra opción que salir a hacer las compras o llevar los chicos al colegio.

En otros ámbitos de mejor posición económica se pueden ocultar las marcas pidiendo parte de enfermo, no saliendo de casa por unos días o pidiendo un taxi para los chicos. Pero esto no significa que la violencia familiar que suele terminar en tragedias irreparables no exista.

Es difícil pedir ayuda tanto como lo es admitir ser una persona violenta. Siempre la culpa la tiene el otro, papel que por lo general los hombres le asignan a las mujeres, tratando de justificar que con sus actitudes las esposas generan la violencia del marido.