González Pino se fugó y anoche era intensamente buscado

El detenido por estafas estaba alojado en la ex chacra Emeta

La ausencia de González Pino fue descubierta el sábado por la noche tras un recuento.

ROCA (AR).- Guillermo González Pino, el joven condenado por varias estafas y que fue absuelto por los crímenes de la taxista reginense María Rodríguez, y de María Emilia y Paula González y Verónica Villar, se fugó de su lugar de detención.

González Pino se encontraba alojado en la ex chacra Emeta, en la zona de Paso Córdoba de Roca.

En ese lugar son alojados los presos de la alcaidía roquense que gozan de mayor confianza de los jefes, o que están a poco de recuperar su libertad en forma definitiva.

La fuga se detectó el sábado a las 22.25 cuando se realizó el recuento de los internos. Fue así que tras realizarlo por segunda vez y posteriormente recorrer el predio, se dio el alerta a las unidades policiales que González Pino se había escapado.

El detenido que se hizo conocido en la opinión pública por haber sido condenado a 18 años por el triple crimen de Cipolletti, y que luego el Superior Tribunal de Justicia anuló esa sentencia, había sido beneficiado el 11 de julio pasado con la prisión domiciliaria, otorgada por los jueces de la Cámara Segunda del Crimen. Para ello había establecido domicilio en Regina, pero el beneficio le duró poco.

Según la policía, González Pino se encontraba dentro de la sucursal reginense de La Anónima, algo que el régimen de d detención domiciliaria se lo impedía.

Según el propio González Pino, la policía reginense le hizo "una cama", y lo detuvo cuando regresaba de atenderse del hospital reginense, para lo cual tenía autorización de la Cámara Segunda. Lo cierto es que en aquella oportunidad de nada valieron sus reclamos, y fue trasladado nuevamente a la alcaidía de Roca.

La versión de la acoso policial, fue ratificada por la mujer del detenido, quien denunció en el juzgado N10 que tanto ella como sus hijos eran perseguidos por algunos efectivos policiales de Regina.

En los primeros días de agosto, el detenido inició una huelga de hambre que le hizo perder varios kilos, lo que le impedía movilizarse, especialmente porque se encontraba alojado en la vieja caldera de la alcaidía, y que por ejemplo, para ir al baño, debe subir una larga escalera de donde sufrió una caída.

Desde antenoche, Guillermo González Pino era intensamente buscado por la Policía de Río Negro, aunque al cierre de esta edición, nada se sabía sobre su paradero.

Esta no es la primera fuga que se produce de la ex chacra de Emeta, donde los controles son muchos más livianos.