Ivana Rosales pide un nuevo juicio contra su marido

NEUQUEN (AN)- Ivana Rosales, la joven que quedó al borde de la muerte por una paliza que le dio su marido, pidió que anulen la sentencia por la cual se condenó a cinco años de prisión a su ahora ex pareja y solicitó que se haga un nuevo juicio. "La pena que le aplicaron fue irrisoria, y constituye una tolerancia hacia prácticas de violencia contra la mujer. Me juzgaron a mí, no a él, y dijeron que me merecía lo que me pasó. Por eso quiero un juicio de verdad", señaló.

Además de pedir la anulación de la sentencia, se presentó como querellante en la causa. Aunque lo hizo fuera de término, invocó leyes internacionales y jurisprudencia de la Corte para que se la acepte.

"Nunca se me informó acabadamente de los derechos que me asistían como víctima, el fiscal de Cámara nunca aceptó recibirme para interiorizarse de mi situación, conocer mi versión de los hechos y requerirme pruebas para el debate oral", planteó en un escrito entregado a la justicia.

Rosales recordó que en el debate, el fiscal de Cámara, Alfredo Velasco Copello, "invocó que hubo 'circunstancias extraordinarias de atenuación' que beneficiaron a mi ex marido. Se me acusó de adúltera, sin ninguna prueba que lo demuestre, y en base a eso la sentencia de los jueces afirmó que mi ex marido merecía una pena menor".

Apoyada por un grupo que defiende los derechos de las mujeres, Ivana se entrevistó ayer a la mañana con el fiscal del Tribunal Superior de Justicia, Alberto Tribug, a quien le pidieron que apele la sentencia. El funcionario les dijo que examinará el caso y responderá el jueves.

Hasta ahora la única que apeló el fallo fue la defensa del condenado, quien sigue en libertad. Pidió que lo absuelvan o le apliquen la figura de emoción violenta.

En abril de 2002, Ivana fue golpeada brutalmente por su ex marido, Mario Garoglio, quien intentó ahorcarla con un alambre, luego le destrozó el cráneo con una piedra, y finalmente la encerró en el baúl de su automóvil. Creyéndola muerta, se fue a entregar a la comisaría Séptima de Plottier, donde residían. Ella debió realizar un largo tratamiento de reconstrucción de su rostro y cráneo, con asistencia psicológica.

En julio último, la Cámara Criminal Segunda condenó a Garoglio, en fallo dividido, a 5 años de prisión. Los jueces encontraron "circunstancias extraordinarias de atenuación" para bajarle la pena al imputado, quien nunca negó la paliza que le había dado a su esposa.

Ivana apeló el fallo asesorada por los abogados Tania Vaca Narvaja y Juan Manuel Salgado. Aunque ya están vencidos los plazos, invocó normas de jerarquía constitucional y del derecho internacional para que la acepten.

"Yo no sabía que podía ser querellante, pensé que el fiscal iba a defenderme. Y fue al revés, usó cosas que yo dije en el juicio en beneficio de mi marido", expresó la joven en diálogo con "Río Negro".

En el escrito, planteó que "sostener, como se ha hecho implícitamente en la sentencia, que la violencia ejercida en respuesta a una pretendida infidelidad matrimonial constituye una conducta merecedora de una sanción menor, implica seguir una pauta cultural de dominación masculina en el ámbito familiar, 'tolerante' de la violencia contra la mujer, expresamente condenada por el derecho vigente".