Para los guías turísticos, hay que mejorar imagen y servicios

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Entre los trabajadores que brindan servicios relacionados con el turismo, los guías son tal vez los que más influyen en la imagen que el visitante se lleva de la ciudad y la región.

Por esa razón el presidente de la Asociación de Profesionales de Turismo de Río Negro, Jorge Boock, aseguró que desde su rol tienen "mucho para aportar" en el mejoramiento de la oferta turística de Bariloche.

También dijo que el oficio que desarrollan está desvalorizado y reconoció que una de sus preocupaciones principales es lograr una remuneración acorde y una fiscalización más eficiente del municipio, la provincia y Parques Nacionales.

Los efectos del auge que logró el turismo con la devaluación del peso beneficiaron no sólo a los dueños de cabañas, hoteles, transportes y agencias, sino también a un amplio número de trabajadores independientes que prestar servicios de los más diversos.

Los guías de turismo califican primero que nadie en esa categoría, pero aun así enfrentan una realidad que tiene sus matices. Los que se manejan con un segundo idioma (la mayoría con portugués o inglés, pero también están los que se expresan en francés, alemán y hasta japonés) cuentan con ventaja por el incremento notorio del turismo internacional.

También les va bien a los que trabajan con turismo individual nacional, pero los guías que se dedican desde hace años al turismo estudiantil padecen como nunca la fuerte caída que afecta a ese segmento.

En estos momentos el Colegio de Profesionales de Turismo tiene en esta ciudad 230 matriculados.

Muchos de ellos durante los años de la convertibilidad tuvieron que completar sus ingresos con otra actividad laboral -reconoció Boock- "porque las temporadas eran tan cortas que no se podía vivir sólo de la profesión".

Dijo que ahora la situación cambió y "es el momento ideal para comenzar a plantear los cambios esperados durante años" En cuanto a la imagen que hoy ofrece Bariloche, opinó que "hay muchas falencias que habría que corregir cuanto antes: la ciudad no tiene flores, está sucia y de 50 locales comerciales sólo 10 están bien decorados".

También cuestionó la sobrecategorización de la hotelería "que a la larga va a significar un desprestigio para Bariloche a nivel internacional" Pero a su juicio lo peor "es la actitud general de los barilochenses, que en su mayoría no tienen conciencia de servicio y atienden al turista como si pidiera limosna".