Vuelta de la Manzana

Un clásico que siempre deja huellas

La tradicional prueba de rally en el Alto Valle volvió a mostrar su mejor cara. Tuvo un muy buen nivel de pilotos y una asistencia de público que en algunos sectores fue extraordinaria.

Barotto, el Seat Ibiza y la gente. Una postal de la Vuelta. Una victoria inolvidable para el piloto roquense.

Pasó otra "Manzana" y, como todo clásico, dejó huellas. Esta tradicional prueba del calendario nacional de rally, en cada edición, entrega algo más. Por eso todos quieren ganarla, ya que para pilotos y equipos terminar al tope de la clasificación en cualquiera de sus divisiones representa colgar en la pared el diploma de recibido.

Récord de anotados, caminos donde hay que mostrar lo mejor para "sacar los tiempos", masivo apoyo de los aficionados, en definitiva un escenario ideal para el buen actor.

En esta ocasión, la primera figura fue Luis Pérez Companc, navegado por José María Volta, a bordo del Toyota Corolla del grupo A-8. Adentro de una butaca a la cual recién se está adaptando, aceleró a fondo y dio espectáculo, más allá de que sus rivales directos de clase estuvieran a un campo en los relojes.

Fue su primera victoria y nada menos que en la "Vuelta de la Manzana", más no podía pedir.

La lucha más pareja se dio en el N-4, que fue ganada de punta a punta por el "1" de Federico Villagra (Mitsubishi), aunque siempre tuvo la amenaza del tucumano Roberto Sánchez (Subaru). El cordobés no se equivocó y festejó.

En este grupo estuvo el mejor regional de la clasificación final, Miguel Nonnenmacher, quien fue quinto en la general y tercero en la clase, después de un trabajo perfecto en la segunda etapa. Un puesto más atrás, Alejandro Cancio, quien pudo llegar después de mucho penar con su máquina.

Las mayores alegrías para los zonales estuvieron a cargo de Sergio Barotto, en la N-3, y Maximiliano Debasa, en la Copa Palio. No sólo ganaron en forma brillante, sino que además ahora están en posición para apuntarle al título del Argentino.

Los desbordes de Barotto a la hora de la coronación demostraron como se siente para uno de acá quedarse con la "Manzana". El baño de champán fue la forma adecuada de expresar el valor del éxito. Una "borrachera" merecida.

Debasa viene de una familia "fierrera", que por primera vez se anotó como número "1" en esta prueba. "Ahora entiendo lo que significa ganarla", explicó.

Y más allá del brillo de los autos del nacional, hay que resaltar a los muchachos del regional, que ubican a esta zona como un referente del rally en el país, a pesar de que no siempre se les dé el lugar adecuado.

Marcos Rodríguez (A-7), Angel Fernández (A-6) y Juan Manuel Gómez (A-1), quedaron al tope y son la punta de una pirámide que se mantiene firme a lo largo de los años.

Para Gómez representó el cuarto triunfo en la tradicional prueba y para el eterno "128" de "Joselo" una presencia ininterrumpida con más de 20 años de historia y reiterados festejos.

La Asociación Volantes de General Roca (AVGR) cumplió 40 años, es líder en la realización de estas competencias de resistencia, con diferentes complejidades -seguridad, control de tiempos, etc.- y recibió un aprobado.

En esta ocasión hubo invitados especiales, mucha emoción y, más allá de que hay una continuidad de dirigentes, tantos años de vigencia también muestran una renovación que está preparada para mantener la mística.

Porque la "Manzana" es un rally diferente. (AN)