ENTREVISTA:

'Quiero ganar muchos torneos, quiero hacer historia'

Asegura que ser número 1 es uno de sus objetivos.

"Jugar contra España hubiera sido arriesgado".

"Sé que estoy muy cerca de ganar un torneo grande".

Después de la conferencia de prensa que brindó en el Cesar Park Hotel de Buenos Aires, David Nalbandian se hizo de tiempo para conversar a solas con "Río Negro". La muñequera que envuelve su mano izquierda es un testigo mudo de la charla.

- ¿Cúal es la lesión que te impide jugar la Davis?

- Son dos: tengo un esguince en la muñeca izquierda y otro en la zona abdominal. El problema en la zona abdominal me molesta mucho a la hora de sacar.

- ¿No había posibilidades de intentar estar presente en Málaga?

- Yo le dije al médico de jugar infiltrado, pero me contestó que corría el riesgo de quedar parado entre seis meses y un año, cuando abstenerme ahora implica estar alejado del circuito poco más de un mes.

- Con tu baja sumada a la de Coria ¿se reducen mucho las chances de Argentina de vencer a España?

- Para nada, tenemos un gran equipo, con grandes jugadores como Zabaleta, que ya le ganó a Moyá y a Ferrero este año, y Gaudio, que es un experto en esto de jugar la Davis.

- ¿Cómo te afecta anímicamente el no poder estar en las

semifinales?

- Estoy triste, porque es una serie que había generado mucha expectativa. Pero como ya le dije a los chicos en el entrenamiento del viernes pasado, confío en que van a dejar todo para ganar. Los voy a tener como compañeros en la final de la Copa.

- Primero se lesionó Cañas, después Coria, ahora vos, ¿se hace demasiado exigente el circuito?

- No, creo que eso depende de cada jugador. Uno tiene que tratar de armar mejor su calendario para no sufrir el cansancio. Por eso, tal vez el año que viene juegue menos torneos.

El rubio de Unquillo contesta las preguntas con el mismo aplomo que con el que golpea su revés cruzado, ese que tanto molesta a sus rivales del circuito. Sólo un pequeño detalle parece inquietarlo: la muñequera, que lo obliga a rascarse continuamente por debajo de ella.

- ¿Qué diferencias hay entre el Nalbandian finalista de Wimbledon el año pasado y el actual?

- En cuanto al juego pocas, lo más importante es la experiencia que uno va adquiriendo con el paso de los partidos - Después del US Open, ¿ves más cercana la posibilidad de pelear por el número 1?

- Sin dudas, ese es uno de mis objetivos para más adelante. Estoy pasando un buen momento y quiero aprovecharlo para pelear los primeros lugares del ranking.

- Final en Wimbledon, semis en el US Open, ¿te sentís cómodo jugando Grand Slams?

- Sí, me gusta y me motiva el hecho de poder llegar a las rondas finales de los grandes campeonatos.

- ¿Qué paso te falta dar para ganar un torneo grande?

- Estoy muy cerca, sólo necesito seguir trabajando duro para ganar una final de esas. Es un pequeño paso.

- ¿Cuál es el objetivo más

importante que te queda para lo que resta del año?

- Sin dudas que clasificar entre los ocho mejores para entrar al Masters de noviembre sería algo importante, pero primero debo esperar que la lesión desaparezca lo antes posible y así si empezaré a pensar en lo que viene.

- En la conferencia de prensa dijiste que deseas hacer historia en el tenis, ¿a qué le llamás 'hacer historia'?

- (Risas) A ganar muchos, muchos torneos.

Nalbandian se despide, de buen ánimo. No parece estar frustrado, a pesar de esa muñequera que le hace recordar que el 19 de setiembre, la Copa Davis, la va a jugar por televisión  

Pedro Mendiberri

El periodismo 'sanguchero'

Son la 10 de la mañana del viernes. En el lujoso Ceasar's Park Hotel de Capital, unos 80 periodistas aguardan la llegada de David Nalbandian para el inicio de la conferencia.

El tiempo pasa y David no llega. De todas formas, a nadie parece importarle. De lo que menos se habla en el salón es de tenis.

Una llamativa ¿periodista? se pasea por el ambiente con una pequeña cámara de fotos en sus manos y una minifalada del tamaño de su cinturón. Ella lo sabe: se gana todas las miradas Nalbandian sigue ausente. Una imponente barra de masas y facturas, café y jugo de naranja es servida para que los cronistas mitiguen la espera. El brillo ilumina sus caras. Una plaga invade la zona. Cinco minutos después sólo quedan las migas Faltan cinco minutos para las 11 y no hay noticias de David. La chica de la pollera escasa todavía no sacó sus fotos.