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Alejandro Meerapfel brilló en el Colón en un "Richter" delirante

Hicimos esto juntos con Esteban Buch, a partir de lo que me proponía en textos y yo le hacía escuchar mis cosas. Así fue nuestra dinámica de trabajo. Lo que disparó el proyecto fueron las experiencias que hizo Richter con el sonido que salía de los parlantes. Yo que trabajo con música electrónica o electroacústica me interesé enseguida para con la historia contada así. Es una obra que se compone con dos pianos, percusión, tres roles solistas y coro de doce cantantes. Es una obra acústica en el sentido instrumental, y una escena en particular donde se representa un poco la experiencia de Richter es sólo música electroacústica, y lo digo, porque actualmente se suele mezclar instrumentos y música electroacústica en forma interactiva. De todas maneras es mi primer trabajo operístico. Vengo de hacer cosas experimentales con la escena junto a un grupo con el que trabajaba, pero esto es un desafío, es hacer ópera y yo no soy para nada un entendido. A la ópera la mirábamos de afuera. Sin embargo, el trabajo escénico es mínimo, lo interesante es que en Richter se tocan muchos temas conectados en forma compleja en varios niveles, y se pueden hacer muchas lecturas y conclusiones. La escena es la música y los músicos también son parte del decorado y la acción".

Mario Lorenzo trabaja con encargos para pequeñas agrupaciones, orquestas y solistas. Le interesa el trabajo en música electrónica y considera que la música electroacústica "es un campo para trabajar enorme, estamos en los principios, apenas se está esbozando una escritura. Hay todo por hacer". (JP)