ENTREVISTA: Jorge Fandermole

Experiencia, vitalidad y lucidez

Fandermole cantará mañana en Casa de la Cultura de Roca y el sábado en el Teatro de la Ciudad de Neuquén, canciones que lo ubican como uno de los más talentosos autores nacionales.

Jorge Fandermole lucha por la difusión de su música.

Autor de "Era en abril", "Tiempo de silencio", "Río marrón" y "Canción del pinar", en "Navega", el último trabajo de Jorge Fandermole reúne doce obras propias que ya han interpretado otros músicos como Mercedes Sosa, y otras que él mismo ha hecho trascender: "Corazón de luz y sombra", "Lo que usted merece", "Navega", "Marina", "El limonero real", "La mirada", y "La torcida", acompañado por Carlos Aguirre en piano, acordeón y voz, el bajista Fernando Silva, Juancho Perone en percusión, los teclados de Iván Tarabelli, el Trío de Guitarras de Rosario -Claudio Bolzani, Gustavo Marozzi y Carlos Casazza- más José María Blanc y Rubén Goldín en voces.

"Estuve todo el año presentando este disco; en la mayoría de los casos lo hice solo, aunque en algunas oportunidades me acompañó Carlos Aguirre en piano o la banda con la que lo grabé, pero sin músicos invitados. En el sur, particularmente, voy a tocar solo un repertorio conformado por canciones del disco y una selección de las que vine componiendo en los últimos diez años y las más nuevas, que no entraron en 'Navega'. Las temáticas abordadas hoy no varían demasiado de las que me ocuparon siempre; creo que la canción es una forma expresiva muy elástica para, con enfoques y lenguajes diversos, manifestar desde lo sensible nuestra visión de las cosas del mundo que nos interesan. Pero, por sobre todo, me importan los lenguajes y tanto los de los géneros que forman parte del llamado folclore como los urbanos son -para cada cosa en mayor o menor medida- más pertinentes o más eficaces" Fandermole fue parte de la Trova Rosarina que desembarcó en Buenos Aires en los '80, con Juan Carlos Baglietto a la cabeza. "Hay una dinámica de vida en Rosario relacionada con su historia, su crecimiento y su escala. En los géneros urbanos se nota más el color local, por llamarlo de algún modo, pero no puedo definirlo y nadie puede hacerlo porque aún carecemos de perspectiva histórica", precisa el cantautor que sigue viviendo en Granadero Baigorria, pegadito a Rosario, hacia el norte. "La Trova fue un movimiento informal de producción que en lo musical siempre tuvo gran heterogeneidad al expresarse; para el mercado, un producto emergente del conflicto de Malvinas, que trascendió al ámbito nacional a partir del talento innegable de Baglietto, pero luego, por el éxodo a Buenos Aires de gran parte de sus integrantes, fue perdiendo cierta mística que podría haberle dado mayor proyección. Quizás esto, más condiciones generacionales y de formación musical de quienes nos seguían, explique la falta de descendencia musical".

- ¿Cómo responder a las condiciones actuales del mercado?

- "Las posibilidades de comunicación de una producción musical no pueden ni deben dejarse condicionar por las reglas de un mercado cada vez más estrecho y centralizado, que atentan contra la diversidad cultural del mismo modo que desde las corporaciones agroquímicas y desde la ingeniería genética se afecta la biodiversidad. En general, son estos estrechamientos los que propone la globalización. Desde lo artístico, la respuesta pasa por la alternativa: producción de espectáculos y ediciones independientes, modos de acción que partan de un pensamiento divergente; afortunadamente cada ve más frecuente entre los músicos. La difusión es una lucha diaria que debe librarse sin descanso".

Autor, compositor, intérprete y docente de música, nacido en Andino, Santa Fe, hace 47 años, está casado y es padre de dos hijos, de 9 y 5 años. "Para ellos deseo una vida digna, feliz y en paz. Quisiera que fueran gente que actúe críticamente y en la convicción de que sus acciones están sumándose a lo que construye y conserva. Quisiera que fuesen lúcidos y enérgicos. Trabajo contra las condiciones de base que cercenan su conocimiento y su bienestar, como cualquier papá" "Desde 'Era en abril' he cambiado lo que te imponen treinta años de diferencia; lo que pasó afuera en ese tiempo lo conocemos todos. Lo que sucedió internamente es demasiado complicado, pero el balance es bueno: ganan la experiencia y la vitalidad; ojalá la lucidez también. No puedo manejar datos objetivos para medir cuánto cambió nuestra realidad en ese tiempo. Intuitivamente y por algunos indicadores personales tengo la sensación de que han acontecido gran cantidad y diversidad de sucesos y muy poco cambio significativo. Nadie puede dudar que desde el punto de vista social las condiciones han empeorado; cultura y educación se han deteriorado, al igual que alimentación y salud. En el plano político parece que hubiese aumentado un poco el interés de la gente, aunque no su participación. ¿Puede un músico hablar tan livianamente sobre condiciones por todos conocidas?" se pregunta Jorge y queda pensativo por unos segundos. "Sí creo que hemos retrocedido en los valores que desde lo individual y lo comunitario harían crecer una sociedad en la que prevalecen lo ignorantes, hipócritas, cobardes y egoístas. Que cada uno haga su evaluación y me disculpe si me equivoco, no pretendo ofender a nadie".

Eduardo Rouillet