Miércoles 24 de setiembre de 2003 | ||||
Rafael Martín, la exigencia del artista genuino Participó de la Primavera Escultural de Viedma y Patagones. Su obra por el mundo.
Rafael Martín es un escultor de excelencia, un docente compenetrado y un artista que cree en la necesidad de comprometer el "cuero" en la obra. Desde hace mucho vive con un pie en Bahía Blanca, ciudad que lo vio nacer, y otro en cualquier otra parte del mundo. Estuvo en la Comarca Viedma –Patagones como invitado de honor del evento "Primavera escultural" que se desarrolló hasta el domingo pasado. Además de transmitir su experiencia a los realizadores del encuentro, Martín expuso en el museo Emma Nozzi de Patagones obras de dos series diferentes -una de pequeñas cajas y otra de esculturas en papel maché- albergan un mismo interés humanista. "Afortunadamente puedo decir que soy un tipo coherente desde que comencé a trabajar dentro del arte -muchas veces en los comienzos, se trabaja en las periferias del arte y un día se mete y el conteo empieza en ese momento-; digo que soy coherente porque a pesar de los cambios, la figura humana esté presente de algún modo y está diciendo algo" y destaca que "la cuestión social y la ironía sobre cuestiones a veces dolorosas ha sido permanente a través de los años y de las diferentes series". Más allá de las formas y la perfección estética, sus trabajos trasuntan un testimonio de lo que vive y piensa el artista. "Una obra debe decir lo que su autor tiene adentro; un libro, una escultura, una pintura, debe tener presente al que la hace, su impulso visceral. La organización de su mente y la ejecución de sus manos redondean lo que se da en llamar obra de arte". Y Rafael apunta que "esa obra aparece cuando uno está volcado de lleno, cuando hacés el máximo de lo que te da el cuero", y concluye que "sin ser un purista, la exigencia que le hago a un artista es que sea genuino; no es necesario que sea genial, sí que sea genuino". Rafael está sumergido desd hace años en un mar creativo en el que la técnica no talla demasiado. "No hay que poner el carro adelante del caballo; la técnica nunca te va a enseñar a ser creativo; es apenas una herramienta, como una llave o un martillo, que te da la posibilidad de expresar lo que tenés para decirle al mundo. Ser buen técnico no significa que eso te dé creatividad; la creatividad hay que buscarla dentro de uno" "Con toda la invasión de información que tenemos -con internet, libros, revistas, películas, etc- sobre el arte de hoy y ayer, muy a menudo y aún en las escuelas -y esto es lamentable- se hace la búsqueda de la propia imagen por afuera. Por ejemplo, se parte de Henry Moore para copiarlo, y luego de eso 'hacer lo propio'; algo así como primero soy 'otro', para luego ser 'yo'. Y eso no tiene ningún sentido", afirma. "Lo que sí puedo robarles a todos ellos es la técnica, es simplemente pedirles prestadas las herramientas al otro, y eso está bien. Pero todo, inevitablemente, tiene que partir de la camiseta para adentro. Si uno no atisba dentro de sí mismo es muy difícil ser genuino y honesto en lo que expresa", sentencia el maestro escultor. Cuestión de vocación Además de realizador, Rafael es reconocido como un maestro de excelencia. "La docencia más que una actividad es una vocación paralela; la creación y la docencia van juntas como las vías del tren" "Es muy bueno mostrar lo que uno hace, a veces uno recibe grandes satisfacciones, pero es tan hermoso darle a los otros lo que uno sabe, sincera y honestamente, 'todo' lo que uno sabe sin guardarse ni una pizca" Así explica que en sus alumnos tiende a "impulsar y fomentar su búsqueda interior. El arte no se enseña, ni aquí ni en ningún lado; ni hoy ni ayer, ni hace quinientos años. Lo que puede enseñarse son las técnicas, los procedimientos, lo que sostiene a las obras". En su carrera Martín ha ganado premios de gran relevancia, hasta que en 1985 dejó de participar en certámenes y salones El maestro se sincera en que "cada vez creo menos en ellos, por la forma corrupta en que se manejan los jurados; pero la decisión del 85 tuvo que ver con que yo tenía muchos alumnos que empezaron a mandar a salones, y yo sentí que era poco ético competir con mis alumnos; y por eso mismo dejé de actuar como jurado en salones". Asimismo aclara que los premios nacionales e internacionales que cosechó "los aprecio y me ponen orgulloso y gané lo máximo que puede ganarse en mi especialidad, pero "muchas veces hay mucha trampa; sin eufemismos, hay corrupción". Rafael Martín ha expandido su obra y su nombre por el mundo; más de una decena de países de tres continentes atesoran obras suyas y ha dado clases en Estados Unidos, Suiza y Francia El escultor explica que ha viajado bastante y ha mantenido residencias compartidas durante lapsos extensos desde que a los veinte salió a conocer toda América. Aunque siempre fue autodidacta, en 1964 solicitó una beca a la OEA y estudió tres años en forma intensa en la Universidad de Pennsylvannia en Estados Unidos. En 1988 se radicó en Suiza donde estuvo por siete años; durante tres años estuvo a cargo de la edición en bronce de la obra inédita del alemán Max Ernst, "y eso me permitió, por ejemplo tomarme un año sabático en París". Y actualmente está montando un taller internacional en Europa que funcione de forma permanente en Suiza, España o Italia.
|
||||
Copyright Río Negro Online - All rights reserved | ||||
Tapa
|| Economía | Políticas
| Regionales | Sociedad
| Deportes | Cultura
|| Todos los títulos | Breves
|| Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación |
||||