Jueves 11 de setiembre de 2003

La hoguera

Subte D

Abro el libro del tipo español. Me escolta, me abstrae, me salva Ella se sienta a mi lado Revuelve frenética su cartera. (¿Sin querer?), me pega un codazo Sigue revolviendo Empieza a sacar cosas: un bolsito-porta-cosméticos, parte de un diario (los clasificados), un cepillo de dientes, papeles (miles), una lapicera que le mancha de rojo los dedos, un atado vacío de cigarrillos que hace bollo en su mano y tira adentro de la cartera junto con todas las otras cosas Cierra los ojos. Se rasca la nariz. Se sobresalta. Mira fijo a un nene que le deja una estampita sobre su pollera.

Revuelve el bolsillo derecho de su saco Le da una moneda de 25 centavos. El nene la besa. Ella sonríe levemente y al instante se nubla.

Suspira fuerte Mira la hora Cruza las piernas. Las descruza.

Apuesto: yo me bajo primero. (Siempre juego con la gente... Ese viejito va a doblar a la derecha, esa señora tiene el número 3 de la cola de "socios", seguro que esa se acaba de divorciar...) Gira la cabeza y la apoya en la ventana. Se toca el lóbulo de la oreja, juega un poco con su aro ámbar Se pone derecha cuando ve el cartel luminoso: "Próxima estación: Palermo" Revisa de nuevo su bolsillo. Saca un paquete de cigarrillos nuevo. Juega un poco con él entre sus dedos. Lo mete en la cartera Otro codazo, esta vez un poco más fuerte entre mi segunda y tercera costilla Me mira de reojo, ¿va a disculparse? Mmm, no Respira hondo Se cruza de brazos y piernas. (Sus piernas son largas, flacas, aunque musculosas. Parece una bailarina pero... más bien es una ejecutiva hiperquinética. ¿Psicóloga? ¿Abogada?)

Se suena el cuello y los dedos de cada mano. Vuelve a suspirar.

Abre la cartera ¿Qué busca?

Escucho un ruido de bolsita pero no llego a ver qué es Me hundo en mi libro, en mi Francisco Umbral, en mi "Ser de Lejanías"... "Sólo me interesa el presente porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida".

Ella estira más el cuello. Intenta espiar qué escribo en los espacios blancos de mi libro Mi letra cursiva, desprolija, sube, se tuerce o se hace más gorda según el movimiento Abre su cartera. Saca un manojo de llaves Nos balanceamos. Nuestros antebrazos se rozan Miro el cartel luminoso Estoy cerca Se acomoda la tira de la cartera sobre el hombro. Un hombre de barba viaja enfrente nuestro, con los ojos cerrados, cabeceando Vuelve a mirar la hora en su reloj Chequea su cartera. Mueve apenas las llaves. Estira las dos piernas. Se pierde en algún pensamiento detrás de sus anteojos redonditos, sucios De golpe se incorpora (Perdí la apuesta) Reacciono. Me paro con ella Voy algunos pasos atrás de su espalda. Bajamos. Subimos la escalera. Va mirando el piso Caminamos un poco, ¡qué poca gente hay en el centro un domingo!

La ciudad está sucia. Hay nubes y pedazos de basura que señalan un onírico camino Doblamos en la esquina Un señor nos hace un gesto. Pegamos un salto. Ella me mira como a punto de gritar Acelera el paso.

La veo abrir la puerta verde de mi casa, con mis llaves La sigo. (Me sigo).

 

Nuria Docampo Feijóo

       ndocampo@rionegro.com.ar

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