Domingo 7 de setiembre de 2003

La peña

Hay que madrugar

Para escuchar folclore en la región hay que levantarse temprano. De seis a siete, de siete a ocho de la mañana y si tiene muchísima suerte, antes de las nueve pescará algún programa de radio que le dé al menos un lugarcito a esta música.

Después, haga la prueba, se cansará de esperar y tal vez tenga el privilegio de escuchar uno que otro tema. Claro, tendrá que armarse de paciencia y aguantar, bastante, para que lo sorprendan con alguna zamba, una chacarera o un chamamé.

Eso sí, no pida mucho. Pueden ocurrir dos cosas: que le pasen un tema de Los Nocheros, que desde que surgieron es casi lo único que se difunde, o que le pongan el mismo tema todos los días, generalmente algo de Los Fronterizos o de Los Chalchaleros, que no tienen menos de treinta años. Digo, el folclore ofrece algunas opciones más, sólo hay que tomarse el trabajo de buscarlas y si no es mucho pedir, renovar un poquito.

Esto no quiere decir que por viejos no los escuchemos más, simplemente que busquemos alguna vez un tema diferente.

Ahora sería más fácil echarle la culpa a la computadora. El otro día llamé a una radio de Roca para decir que era el cuarto día que a la misma hora ponían el mismo tema de Horacio Guarany y me contestaron que estaba programado en la computadora.

Primera respuesta ridícula. Alguien programó esa computadora y como posiblemente ese alguien no tenga la más pálida idea de lo que es el folclore, metió lo primero que se le ocurrió y se olvidó que alguna vez podrían pasar algo diferente.

Así de simple y así de lamentable, porque si uno se pone a buscar explicaciones encontrará las respuestas más insólitas.

No tienen excusas, porque explicar lo inexplicable es poner excusas. Las radios tienen canjes con disquerías y lo que menos piden es folclore. Y cuando algún sello discográfico les manda, pasan un tema los dos primeros días y chau.

Un verdadero despropósito, inexplicable en el que el grueso de las radios caen. El folclore tiene espacio reducido en las radios de la región, no le dan importancia y hasta me dijeron que al folclore no lo escucha nadie.

Un mentira, una gran mentira. Y no pido que se difunda todo el día, porque claro está que a muchos puede no gustarles esta música, simplemente que le den entrada en todos los horarios, que le den una oportunidad. Ahí van a ver si se escucha o no.

O sino dígame cómo llega a estar primero en el ránking un tema de Bandana o de Mambrú. Se lo deben pura y exclusivamente a la difusión que ellos tienen y que otros géneros no. No son mejores ni peores, son distintos.

El folclore tendrá que remar muchísimo más para llegar a los medios, vaya uno a saber por qué, pero no le es, ni le será fácil llegar a la gente.

Impera el criterio de que el folclore no lo escucha nadie, pero tampoco a la gente la dan más opción que la de la música netamente comercial.

Y sobre el final, quiero ratificar que el folclore es folclore. El tango es tango, de eso no hay dudas ni discusión posible. Hay diferencias abismales entre una música y otra. Esto porque más de uno me respondió que no pasaban folclore pero tango sí. Otra respuesta insólita.

 

Jorge Vergara

jvergara@rionegro.com.ar

 

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