Sábado 6 de setiembre de 2003

 

Un gobernador poco conocido

 
  Durante la segunda presidencia de Perón fue sancionada la ley de Provincialización de los Territorios Nacionales, pero no llegó a ponerse en práctica debido a que la revolución libertadora de 1955 derrocó al mandatario y el nuevo gobierno nacional, liderado por el sector duro de las fuerzas armadas al mando de Pedro Aramburu e Isaac Rojas, decidió enviar interventores federales a esos territorios. De ese modo, en la mañana del 20 de marzo de 1956 llegó a nuestra provincia el capitán de navío Ricardo Hermelo.
Las noveles jurisdicciones fueron gobernadas por el “Estatuto Provisional para el gobierno y la administración de las nuevas provincias”, el cual establecía que cada una de ellas debía solventar sus gastos con el producto de sus impuestos, tasas y contribuciones vigentes al tiempo de la provincialización. El interventor Ricardo Hermelo emitió un decreto a través del cual se creó una Junta Asesora para la Provincialización, cuyo objetivo fue estudiar todos los problemas concernientes al Neuquén en su fortuito camino de constituirse como Estado autónomo. Para esa concertación se reunió con representantes de los diversos partidos políticos.
Llama la atención que Hermelo, a pesar de que su gobierno no provino del sufragio universal y democrático, es decir, de la decisión del pueblo, tomara medidas que favorecieron la organización y puesta en marcha de la provincia. En efecto, en materia de comunicaciones viales gestionó ante el gobierno central el tratado de caminos para unir poblaciones del centro y sur del Neuquén, como por ejemplo Aluminé y Junín de los Andes. Además, estableció el comienzo de la obra de pavimentación de los 3.000 km de rutas nacionales que atravesaban la provincia. Reanudó también las gestiones para prolongar las líneas de los ferrocarriles hasta la frontera. Y con respecto a los recursos naturales, favoreció una mayor participación de la provincia en la explotación de los yacimientos petrolíferos, hecho que posibilitó al Neuquén ampliar las posibilidades de explotación y de comercialización.
Tales fueron las medidas favorables adoptadas por Ricardo Hermelo, que la industria interna se vio gratamente renovada.
Hacia el año 1957, las principales actividades industriales de la provincia eran fábricas de jabón, de cerámica, de ladrillos; bodegas, establecimientos frutícolas, galpones de frutas y aserraderos. Es dable destacar que estos últimos desarrollaban todo el proceso de elaboración de la madera, desde el corte de los rollizos hasta la fabricación de madera terciada.
En sus informes al gobierno nacional, el interventor Hermelo insistió sobre la importancia del aprovechamiento de la energía hidroeléctrica de la provincia; es en esa época cuando comenzó a tomar cuerpo la idea de construir una central hidroeléctrica en el paraje El Chocón. Pero no todas eran obras pertenecientes a la rama de la industria: también se terminó de construir el Centro Materno Infantil de Neuquén, ubicado en Alderete y Buenos Aires.
En 1957, creó la Policía de la provincia, la cual en 1958 comenzó a regirse mediante el Estatuto Orgánico de la Policía de la provincia del Neuquén; fueron creados también el Departamento Provincial de Trabajo, la Dirección General del Registro de la Propiedad, la Dirección de Asuntos Agropecuarios. Además, organizó el Notariado de la provincia, así como también el Tribunal de Cuentas. Asimismo, dentro del marco económico, creó la Dirección Provincial del Trabajo.
Neuquén comenzó a participar de reuniones de maestros pertenecientes a las demás provincias, a fin de garantizar la descentralización de la educación en nuestro país. Esta acción dio sus frutos años después, en 1962 -durante el primer gobierno constitucional-, ya que contribuyó a la creación del Consejo Provincial de Educación.
Para terminar con estas reflexiones, diremos que Ricardo Hermelo, al tomar tantas medidas, quizás haya querido conciliar la política laboral neuquina con lo que ocurría en el ámbito nacional, a través de la inclusión del artículo 14 bis en la Constitución Nacional, luego de la caída del peronismo.
El interventor Hermelo, como hombre de la Marina que era, siguió una política “nacionalista’ que se ve proyectada en el sector petrolero; como prueba de ello fue la emisión de un decreto que reservaba la totalidad del territorio para ser explotado por YPF.
Finalmente, y de acuerdo con lo convenido por la política nacional, Hermelo entregó el poder a un gobierno surgido de las elecciones generales, freno dictado por la Constitución provincial. El primer gobernador provincial fue don Angel Edelman, quien asumió en 1958.

Beatriz Carolina Chávez

     
     
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