Un muerto y un desaparecido tras naufragio en el Lolog

La víctima fatal es un brigadista, que habría muerto por hipotermia. Iba con un guardaparque, que aún no fue encontrado. Los fuertes vientos y el lago picado precipitaron el accidente.

Personal de Prefectura y voluntarios colaboraron ayer en el Lolog con la búsqueda de los accidentados en la embarcación.

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Conmoción en San Martín de los Andes. Un brigadista muerto y un guardaparque desaparecido era hasta anoche el saldo de un accidente ocurrido en las frías y picadas aguas del lago Lolog, cuando el bote que tripulaban zozobró en medio de fuertes vientos. Al cierre de este despacho continuaba la búsqueda.

El accidente se produjo el miércoles pero recién trascendió públicamente ayer con el hallazgo del cadáver de Héctor Sáez, de 35 años, y jefe brigadista de incendios del servicio de Incendios, Comunicaciones y Emergencias del Parque Nacional Lanín.

El otro tripulante de la embarcación y guardaparque de la seccional Lolog, José Bareiro, de 35 años, permanecía desaparecido y a medida que pasaban las horas disminuían las esperanzas de hallarlo con vida.

La noticia causó profunda conmoción en esta ciudad, que se multiplicó luego en congoja cuando alrededor de las 11 se conoció el rescate del cuerpo de Sáez.

Sáez y Bareiro se embarcaron el miércoles por la mañana en la cabecera este de lago Lolog, a 12 kilómetros de esta ciudad, para alcanzar por agua las playas de Auquinco, sobre la mitad de la distancia entre un extremo y otro del lago.

Debían realizar diversas tareas en esa zona. Viajaban junto a un perro, que tuvo protagonismo en la orientación de los rescatistas.

Ese día, la región se vio azotada por fuerte viento "Puelche", que incluso en la ciudad provocó múltiples trastornos y voladuras de techos.

Lolog es un lago de origen glaciario, con orientación oeste-este y con aguas que escurren hacia el Atlántico. Se encuentra fuertemente expuesto a los vientos, ya que los cerros circundantes no ofrecen un reparo natural como en otros espejos de agua cordilleranos.

En esas condiciones y con aguas muy picadas, según se especula, ambos agentes de Parques se hicieron al lago en un bote Levefort con casco de aluminio, de 4,30 metros de eslora y con motor fuera de borda. Fueron vistos por última vez a las 9 del miércoles.

Pero ya el jueves la intendencia del Parque Lanín advirtió la ausencia de ambos, por lo que se puso en marcha el operativo de rescate, que se interrumpió por la noche.

En las primeras horas de la mañana de ayer, dos embarcaciones del Destacamento Reforzado San Martín de los Andes de Prefectura Naval, con nueve hombres y apoyo de buzos, retomaron la tarea hasta que dieron con el bote a la deriva y en posición de campana. También se sumaron otras tres embarcaciones de privados para colaborar.

El rastrillaje se completó por tierra con personal de Parques, lo que permitió dar con el perro que estaba a salvo sobre un promontorio, con la vista clavada hacia donde luego aparecería el bote, en inmediaciones de Auquinco.

Prefectura concentró la búsqueda en ese lugar, con un diagrama de "piernas", que resulta de trazar líneas imaginarias sobre la superficie del lago para hacer más eficiente la tarea.

Fue así que, alrededor de las 11 y a unos metros de la línea de rivera de playa Auquinco, apareció el cuerpo de Sáez. Al parecer, alcanzó a llegar hasta allí por sus propios medios, pero la hipotermia le habría provocado el deceso. Las aguas tienen en esta época del año una temperatura media de 4 grados centígrados en superficie.

El cadáver fue trasladado más tarde al hospital de San Martín, y de allí a Neuquén para practicar la autopsia de rigor, ya que en esta ciudad de momento no hay médico forense.

La necropsia permitirá confirmar si Sáez falleció por asfixia por inmersión o, como presumen los investigadores, por efecto de la hipotermia.

En tanto, anoche se trabajaba con intensidad para conocer la suerte de Bareiro, pero entre los miembros de las cuadrillas no se abrigaban muchas esperanzas. Los lagos regionales son conocidos por no devolver los cuerpos cuando éstos se hunden en profundidad. No obstante, aún se alentaba la posibilidad de que Bareiro pudiera haber ganado la costa.