Otra vez la generación de energía hace subir los ríos

La ola de frío obligó a priorizar el gas como elemento de calefacción.

Por esta razón, las represas de la región volvieron a generar a full.

Los cursos de agua volvieron a sus máximos niveles permitidos.

CIPOLLETTI (AC) - La ola de frío y la falta de cupo en el transporte del gas volvieron a restringir en los últimos días el funcionamiento de las centrales térmicas de generación de electricidad. Como consecuencia de ello, las hidroeléctricas del Comahue volvieron a producir energía en su máximo nivel permitido, lo que provoca un nuevo crecimiento sostenido de los caudales de los ríos de la región.

Hasta mediados de agosto el poder hidrogenerador de la región suplió la caída de la producción a gas con todas sus posibilidades, acotadas por el manejo de caudales que deben regularse de tal manera que, aguas abajo de las presas, no excedan el límite permitido para la época del año.

Luego, durante unos diez días, la generación térmica se recuperó (porque el frío dio una tregua) y las hidroeléctricas comenzaron a disminuir su producción. Ello se notó en una leve caída de los caudales, especialmente los del río Limay, donde existen cuatro presas en un mismo sistema.

Pero por la ola de frío polar que afecta la zona central y más poblada del país hubo que darle prioridad al consumo residencial del gas. Esta medida afectó la demanda industrial del combustible, incluidas las plantas productoras de electricidad.

Por eso, desde principio de esta semana la autoridad nacional del despacho de electricidad, Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa), ordenó que las hidroeléctricas del Comahue volvieran a levantar su nivel de producción.

La demanda para las productoras hidroeléctricas de la zona es tal que hay centrales que, como El Chocón, comienzan a generar desde la mañana, mucho antes del pico de consumo en el país, que se da hacia la noche.

Caudales permitidos

En esta época del año, la presa Arroyito puede erogar hasta 1.200 metros cúbicos por segundo de agua en el río Limay y, en el Neuquén, el tope de la presa El Chañar es de 600. De todos modos, la combinación de ambos caudales, que terminan conformando el Negro, no puede exceder los 1.620 metros cúbicos por segundo.

Antes de este repunte de caudales, el río Negro llegó a tener menos de 1.000 metros cúbicos por segundo, pero a los pocos días volvió nuevamente a la marca de 1.600.

La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, el organismo que controla el manejo del agua en estos ríos, programó para el fin de semana que Arroyito permitiera que el Limay llegara a la confluencia con el Neuquén con el tope admitido.

En cambio, también por razones de generación, desde la presa El Chañar sólo se podrá dejar pasar un caudal de hasta 420 metros cúbicos por segundo.

Esos son los valores de erogación para las últimas presas de cada río. En el caso del Limay, las centrales ubicadas aguas arriba tienen las restricciones que imponen los manejos de los caudales intermedios, sobre la base del poder de contención de los enormes embalses, especialmente los de Piedra del Aguila y El Chocón.