Ballas habló a favor de la vida y en contra de las drogas

EL BOLSON (AEB)- Gustavo Ballas siempre anduvo a los golpes con la vida. Alguna vez pudo encauzar esa lucha subiéndose a un cuadrilátero Años después, luego de una brillante campaña que lo llevó a calzarse el cinturón de campeón del mundo, el cordobés sigue peleando, pero ahora contra las adicciones. Por eso recorre el país brindando charlas en colegios, explicando por qué desde hace 11 años es un ex-adicto, en vías de recuperación.

"En la droga comencé como la mayoría, por curiosidad", señala este pequeño ex-boxeador que supo ganarle al coreano Suk Chul Bae en 1981.

Según Ballas, al menos en las grandes ciudades, "el foco más grande consumo de drogas está en los colegios, más allá que el contexto social, de creciente marginalidad, es de una influencia determinante".

El ex-campeón mundial está agradecido de los vecinos de su Villa María (Córdoba) natal que lo ayudaron cuando estuvo mal. Tal vez como una forma de retribuirle a ellos su apoyo, es que se encarga de difundir, por todo el país, los riesgos de la drogadicción y el alcoholismo.

"Detrás de cada adicto, hay una historia de vida que debe ser abordada a través de los padres. Es importante que los padres estén cerca de sus hijos para brindarle cariño. El pibe está esperando que cuando vuelvas de trabajar le des un beso y le preguntes cómo está" señaló.

Esta es la segunda oportunidad que Gustavo Ballas llega a El Bolsón La primera vez participó de una exhibición de boxeo y también se encargó de difundir su condición de ex-adicto y los peligros que tienen las drogas.

"Los pibes hoy no tienen posibilidades de estudio, les falta trabajo: son jóvenes y no tienen horizonte. Drogarse es una forma de evadirse de esa realidad y para peor, la droga es muy accesible. No nos olvidemos que la droga más barata cuesta un peso y es el tetra-brick de vino. Además, el alcohol es la antesala de las drogas ilícitas" indicó Ballas.

Para el ex-boxeador no es sorpresivo el aumento del consumo de los menores, precisamente en un país donde los sectores públicos más afectados por la crisis son Salud y Educación.

"De todas las experiencias que he recogido, hay cosas en común: al principio, todos creen que pilotean el problema, pero rápidamente se les va de la mano", concluyó Gustavo Ballas.