Expulsados del colegio por descontrol en Bariloche

El colegio religioso San Luis tiene un código de convivencia que establece las sanciones. A los ocho chicos responsables de los disturbios se les aplicó la máxima, pero pueden rendir libre.

Las habitaciones de los chicos se convierten, en minutos, en verdaderas bodegas. Después viene, casi seguro, el descontrol.

Las autoridades del colegio San Luis de La Plata resolvieron expulsar a los ocho alumnos que provocaron daños en un hotel de Bariloche, donde transcurría su viaje de egresados Voceros del colegio platense informaron que "a los estudiantes se los sancionó con la medida más dura, pero se les dará la posibilidad de finalizar sus estudios rindiendo las materias libres a fin de año o en las mesas de examen del 2004" Las autoridades de las escuelas también aplicaron entre dos y tres días de suspensión a otro grupo de alumnos que integraba la delegación y que "indirectamente" participaron de los disturbios en su viaje de egresados lo que motivó la expulsión de la ciudad de Bariloche.

Fuentes del colegio San Luis precisaron que la resolución de la expulsión les fue comunicada a los padres de los alumnos, a los que también se les explicó que "dentro de la figura de expulsión que tiene como objetivo apartar definitivamente al estudiante de la escuela, se contempló la excepción de que puedan concluir sus estudios rindiendo las materias en forma libre" A fines de julio último, un contingente de 24 alumnos del colegio San Luis de La Plata provocó disturbios en su viaje de egresados a Bariloche, al destrozar el mobiliario de nueve habitaciones del segundo piso del hotel Arrayanes de esa ciudad Los estudiantes debieron regresar a sus hogares antes de completar su viaje de egresados por generar disturbios y daños.

La expulsión de contingentes estudiantiles por desmanes y mala conducta no fue un hecho nuevo en Bariloche pero esta fue la primera vez que "mandan a casa" a los directos responsable de los disturbios resguardando el derecho a vacacionar del resto del curso La medida fue adoptada por Flechabus, la empresa responsable del tour.

Los jóvenes que hicieron gala de mala conducta desde su llegada -e incluso antes de iniciar el viaje- quebrantaron todos los márgenes de convivencia No obstante una de las guías que estuvo en contacto con los expulsados -y pidió mantener en reserva su identidad- indicó que "eran buenos chicos pero los mató el chupi" haciendo referencia a una desmesurada ingesta de alcohol.

Los primeros casos de expulsión de contingentes estudiantiles por desmanes de gravedad se registraron a fines de los 80 y demandaron la intervención de la policía y la justicia  

La "meca del estudiante"

El secretario de Turismo, Hugo Cejas, destacó que este no es el primer caso y que "en Bariloche ya no caben dudas que frente a desmanes de gravedad el grupo (estudiantil) se vuelve a su ciudad" al tiempo que destacó la decisión de la empresa de afectar únicamente a los responsables de lo disturbios.

El viaje de egresados se desgranó de los viajes de estudios impuestos en la década del 60 como una herramienta del sistema educativo Con el paso de los años, los tours de egresados se alejaron de la esencia educativa del primero y adquirieron la característica de un "rito de pasaje" que, no obstante, no es percibido en forma consciente por sus protagonistas.

En el proceso de definición del producto turístico, que varió significativamente a los largo de dos décadas, Bariloche adquirió la imagen de "meca del estudiantado" asociada a la cierta idea de "descontrol" en la que se conjugan la trasgresión, el alcohol y el sexo. (Télam y Redacción central)

¿Fracaso educativo?

Los responsables del Colegio San Luis de La Plata, donde asisten los 24 alumnos que fueron sancionados por provocar disturbios en el viaje de egresados, evaluaron dos opciones antes de tomar la decisión: obligar a los chicos a realizar tareas comunitarias "reparadoras" o la expulsión de los cabecillas. Eligieron la última.

Haciendo una autocrítica, el presbítero Jorge Gallardo, representante legal del establecimiento religioso, admitió que hubo un "fracaso educativo de la entidad, que se manifestó en estos episodios" Los responsables del colegio, que pertenecen a la congregación de hermanos maristas, aseguraron además que no habían avalado el viaje organizado por padres y alumnos. "Ofrecimos un viaje controlado y con pautas coincidentes con el ideario educativo marista. Pero fue rechazado porque los estudiantes lo consideraron "aburrido y falto de interés" El San Luis tiene un código de convivencia que establece las sanciones para quienes tienen problemas de conducta. El sistema prevé como sanciones el pedido de disculpas, el apercibimiento, la realización de tareas comunitarias y la expulsión del establecimiento (Redacción central)