Bariloche: murió la nena atropellada

Tenía siete años y fue embestida por un conductor que se dio a la fuga. Hay un sospechoso detenido. Dolor de sus familiares ayer en el entierro.

La chiquita de siete años fue enterrada en medio de escenas de dolor e impotencia de sus familiares.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Ayer al mediodía, en un escenario donde se mezclaban el dolor y la impotencia, en el cementerio Valle del Descanso inhumaron los restos de la chiquita de 7 años, que había sido embestida el viernes por un automovilista que huyó después del accidente.

En forma paralela, los agentes de la policía Caminera lograron detener al sospechoso de haber embestido a la menor, y secuestraron el auto que habría provocado el fatal accidente. La prolija investigación policial y la actitud comprometida del juez de turno posibilitaron una resolución que, por el momento, significaría que el hecho está esclarecido.

El accidente ocurrió a las 20.45 del viernes, sobre la ruta 258 y en proximidades del barrio Omega, situado al sur de esa vía, cuando Sara Vázquez, de 30 años, y su hija Estefanía Chamorro, de 7 años, iniciaron el cruce de la calzada sin advertir que desde el oeste se aproximaba a gran velocidad un vehículo blanco, en apariencia un Renault 9, que después de embestirlas aceleró la marcha y escapó, en lugar de prestarles auxilio La mujer sufrió golpes y escoriaciones, pero sus lesiones fueron consideradas leves. La niña, en cambio, fue literalmente arrebatada de la mano de su madre por el auto, y sufrió fracturas en la base del cráneo y otras graves lesiones que determinaron su fallecimiento, pese a las atenciones recibidas.

El accidente fue observado por testigos que tomaron nota de la patente del auto. Ese dato y la descripción del vehículo fueron decisivas para el resultado de la investigación. Los policías trabajaron sábado y domingo, confrontaron esos datos con los del Registro de la Propiedad Automotor, y los indicios los condujeron hacia la calle Diagonal Gutiérrez 415, conde se domicilia Juan Quejas Paillacar, de 45 años, propietario de un Renault 9 similar al descripto por los testigos, en el que habrían quedado indicios de su participación en el trágico suceso.

El juez Miguel Angel Gaimaro Pozzi todavía no indagó al sospechoso, de origen chileno, pero ordenó que lo mantengan detenido y que secuestren el auto, que fue depositado en un galpón de la policía Caminera.

El accidente guarda similitud con el ocurrido el 20 de abril de 2000 en el cruce entre la ruta 258 y la calle Sobral, por donde transitan los vehículos que circulan hacia el este por la ruta, cuando atraviesa la ciudad Esa noche el Renault 12, que conducía Boris Ayacán Ojeda, embistió la plazoleta que divide el sentido de circulación de la ruta, se desplazó y arrolló a Norma Huentú y a tres de sus hijos. Elías y Adriana Colitripay, de tres y cuatro años, murieron casi en el acto por la violencia del impacto, en tanto que Daiana y su madre fueron despedidos y sufrieron lesiones de gravedad. El imputado reconoció que había bebido cerveza antes del accidente y fue condenado a 4 años de prisión, de cumplimiento efectivo.