Las madres adoptivas podrían amamantar a sus hijos

El mendocino Ricardo Deis, investigador superior del Conicet, comprobó que sólo se necesita una simple medicación para lograr que los bebés adoptados gocen de

El tratamiento para que la mamá adoptiva pueda dar de mamar consiste en tomar durante dos semanas un medicamento específico.

Si una madre adoptiva ingiere determinados medicamentos puede ser inducida a secretar leche y amamantar normalmente a su hijo.

Tal premisa no es una fantasía sino un proyecto que ya tiene comprobaciones efectivas y que desarrolló Ricardo Deis, investigador local del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) El desarrollo del proyecto se encaró dentro de un amplio programa, de varios años de estudio y experimentación científica, destinado a la investigación fisiológica relacionada con la reproducción y lactancia animal y luego humana. Deis, investigador superior del Conicet a cargo del Laboratorio de Reproducción y Lactancia en el CRICYT-Mendoza, indicó que "en la lactancia natural o asistida existen dos elementos necesarios para que la leche pase del pecho al niño: un pecho que produzca y secrete leche y un niño capaz de succionarla" "Durante el embarazo normal, a medida que disminuyen los niveles de hormonas (progesterona), los pechos comienzan a producir mayores cantidades de leche. Hacia el final del embarazo comienza la producción de ocitocina y prolactina, que luego son estimulados por la succión del niño", reseñó. El tratamiento para que una mamá adoptiva amamante consiste en que "durante 10 o 15 días antes de recibir el bebé, según el organismo de la mujer, se toman comprimidos de sulpiridina, droga que no tiene acciones colaterales y que induce a liberar prolactina, que ayuda a preparar la mama" Luego, "una vez que se formó la leche, participa la ocitocina, hormona naturalmente liberada por la glándula hipófisis, que permite responder al estímulo de la succión. La ocitocina, que viene en aerosol, se aspira unos minutos antes de amamantar y permite la eyección de la leche". Paralelamente, "las semanas previas a la llegada del bebé también hay que reforzar el pezón para la succión a través de masajes. Y una vez producido el amamantamiento, el niño decide cuando darle fin" Según Deis "este método, que también sirve a las madres a quienes el estrés les corta la leche, nunca fue publicado; pero muchos matrimonios pasaron por el Cricyt (Centro Regional de Investigaciones Científicas y Técnicas, al oeste de la capital mendocina) para aprender el arte del amamantamiento" Indicó que mayores datos científicos pueden obtenerse en Cricyt, Imbecu, Laboratorio de Reproducción y Lac

tancia o en su página web: www.contusalud.com El especialista concluyó que "absolutamente nada reemplaza a la leche materna. El juego de miradas y la comunicación que se produce entre la madre y el hijo repercute en la conducta futura del pequeño" Deis encarna el estereotipo de un sinnúmero de investigadores afincados en el interior del país que encaran tozudamente hipótesis, experimentaciones y comprobaciones para una mejor calidad de vida de sus semejantes, enfrentando ajustes presupuestarios y a veces desconocimiento social. Estudió medicina en Córdoba y en plena juventud ingresó al Instituto de Investigaciones Médicas "Mercedes y Martín Ferreira" de la misma provincia mediterránea. Después, como becario del CONICET obtuvo en 1958 una beca a Escocia, en cuya universidad le otorgaron el doctorado Ph.D. en Reproducción y Lactancia. Con el transcurso de los años viajó a universidades de Inglaterra (Cambridge), México, Francia y España, ocasión en la que profundizó sus conocimientos acerca de la investigación fisiológica relacionada con la reproducción y lactancia animal. Convertido en un ferviente defensor del amamantamiento de bebés con leche materna, en los primeros días de setiembre dejará su rutina diaria en el Cricyt para viajar al Brasil donde ha sido invitado a exponer sobre su especialidad Hace unos días, el diario mendocino Los Andes describió la experiencia de Mariela, una madre adoptiva que destacó la ayuda de Deis para poder amamantar hace años a su beba Rosana, ahora ya adolescente. La mujer siguió al pie de la letra las instrucciones de Deis y así consiguió amamantarla hasta los 8 meses de vida, el mismo tiempo que lo hizo con sus otros dos hijos propios. (Télam)