La AIC celebra sus 10 años con un 'festejo del agua'

Está organizando un encuentro con la participación de la Unesco. Invitarán especialistas argentinos y de los países limítrofes.

El comité ejecutivo de la AIC aprobó la organización de las jornadas.

CIPOLLETTI (AC) - La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas tiene por delante una triple celebración: en el "año internacional del agua dulce" el organismo está cumpliendo diez años de vida como regulador de los ríos de la región y la ciudad donde tiene su sede, Cipolletti, festeja dentro de dos meses un siglo de existencia. Por eso ya comenzó a organizar, para noviembre, un programa de actividades para recordar los tres acontecimientos.

Los festejos serán en forma de jornadas de conferencias sobre el agua dulce, la cuenca del río Negro y, en general, la zona patagónica como reservorio único en el mundo.

El tema fue debatido y aprobado el jueves entre el presidente del comité ejecutivo de la AIC, el neuquino Alberto Ciampini (representante del Estado nacional), y los demás integrantes del cuerpo de conducción del organismo: Elías Alberto Sapag (Neuquén), Horacio Collado (Río Negro) y Horacio Boland (Buenos Aires).

Los festejos se organizarán en coordinación con la dirección nacional de Recursos Hídricos y el ministerio de Relaciones Exteriores; ello porque acudirán a la Unesco y se invitará a especialistas de países limítrofes.

Aunque la opinión pública relaciona la Autoridad de Cuencas con las presas que frenan el agua de los ríos Limay y Neuquén, y con las centrales hidroeléctricas que producen energía, el organismo cumple una función mucho más amplia, relacionada muchas veces con el medio ambiente y el cuidado de un recurso.

No está del todo definido (la organización de las jornadas está en estado embrionario), pero la idea es rescatar el concepto del agua como un bien social.

Aunque el organismo lleve el nombre de otros ríos, la cuenca es una sola, la del Negro, que es el curso que descarga las aguas al mar. Le añadieron Limay y Neuquén para que la denominación refiera también a otra provincia.

El Negro tiene dos tributarios, precisamente el Limay el Neuquén, de cuya confluencia nace. Desde ese punto hasta la desembocadura no tiene afluentes. La cuenca tiene una superficie de 116.000 kilómetros cuadrados y el módulo de caudal es de 930 metros cúbicos por segundo.

La convocatoria de la AIC entusiasmará seguramente a los especialistas argentinos y de países vecinos. No es para menos: la del Negro es la segunda cuenca en importancia del país, después de la del Plata, que es notablemente más caudalosa pero también menos pura.

Para el organismo será una buena manera de festejar sus diez años de vida. En realidad, fue creado mucho antes pero como un organismo sin funciones reguladoras.

Fue recién con la privatización de las centrales que se ideó el esquema que le da a Cuencas el poder de control del manejo del agua en los ríos de su jurisdicción. Se creó entonces un comité ejecutivo con representantes de los cuatro estados que componen la institución y se fijó Cipolletti como sede. Eso fue hace diez años, en 1993.

El presidente anterior de la AIC, Juan Gardes, impulsó una especie de relanzamiento del organismo, también con la excusa de los diez años. Para ello, organizó una encuentro de gobernadores en Roca.

Por lo que se ve, ahora Ciampini quiere darle a los festejos un cariz menos político y más profesional y académico. Y de paso festejar los 100 años de la ciudad que alberga a la AIC.