La ola de calor se ensaña con Italia: 145 muertos

El rigor del clima cede en otros países del continente.

Las condiciones del clima le dieron un respiro ayer a la mayoría del continente europeo, aunque Italia y Francia siguen muy afectadas.

PARIS (AFP) - Italia informó ayer de por lo menos 145 muertos en los últimos tres días a causa de la ola de calor, que se suman a las 3.000 víctimas señaladas en lo que va de agosto en Francia, dos países donde la canícula parece ser más letal que en el resto del continente europeo Las autoridades de Génova dieron parte de la muerte de 118 personas en los últimos tres días, en su mayoría ancianos y enfermos. En Milán, se informó de la muerte de 20 personas, en su mayoría ancianos, en las últimas 24 horas, y en Nápoles, 5 personas fallecieron el viernes por razones similares. El ministro de Salud de Italia, Girolamo Sirchia, admitió carecer de un balance total de víctimas en la península, aunque dijo que su país, al igual que Francia, vive una situación de emergencia sanitaria.

En el resto del continente, el rigor del clima fue menos mortal, aunque en muchos países se carece de estimaciones globales o bien no se tuvo en cuenta el factor climático en el momento de registrar los óbitos En Gran Bretaña la canícula no provocó muertes ni perturbaciones importantes, según indicó un portavoz del ministerio de la Salud. En Alemania, el ministerio de la Salud dijo que hasta ahora no había recibido informes sobre fallecimientos relacionados con el clima; y el presidente de la Federación empresarial de pompas fúnebres, Wolfgang Zocher, reconoció "cierta activación de sector, sin ser superior a la normal" En España, donde los veranos suelen ser caniculares, unas 30 personas murieron desde fines de julio a causa de las altas temperaturas, una cifra superior a la del año pasado (cuando la estación fue menos tórrida), pero inferior a la de la última ola de calor de 1995, que dejó una cincuentena de muertos. En Bosnia-Herzegovina, el jefe del servicio de ambulancias de Sarajevo, Alija Mulaomerovic, notó "un aumento evidente de muertes a causa del calor", aunque sin precisar cifras En Croacia, donde el termómetro alcanza con facilidad los 40 grados en el estío, no se dio parte de muertos, aunque médicos interrogados en Zagreb reconocieron que resulta "difícil establecer claramente que un óbito esté relacionado con la canícula". Las autoridades de Austria, Hungría, Bulgaria y Eslovenia señalaron que no habían establecido un recuento de muertes por el calor, en tanto que el ministerio checo de la Salud dijo que ninguna muerte podía atribuirse "directamente" a ese factor En Portugal, las autoridades sanitarias estimaron difícil tener cómputos al respecto; el meteorólogo Costa Alves, consideró "muy probable que tengamos centenares de muertos", y aseguró que algunas funerarias habían registrado un aumento de actividad de un 30% Según el Observatorio Nacional de la Salud, unas 1.000 personas murieron en Portugal durante la ola de calor de 1991, de diez días.