Viernes 15 de agosto de 2003

Un buzo quedó sin aire a 22 metros y sufrió una embolia

SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Un grave accidente que le provocó una embolia y complicaciones neurológicas sufrió un conocido joven que desarrollaba tareas acuáticas submarinas.

Aparentemente la obstrucción o el corte de una manguera que le proveía de aire desde la lancha "Rodrigo I" generó que Carlos Velázquez, un joven pescador y buzo marisquero, intentara salir a la superficie sin respetar las normas básicas de seguridad, lo que le produjo graves consecuencias por las diferencias de presión.

La Prefectura Naval Argentina investiga las causas que podrían haber ocasionado la interrupción del suministro de aire y dio intervención a la jueza federal de Viedma, Mirta Filipuzzi.

El miércoles por la tarde Prefectura tomó conocimiento del accidente ocurrido en la zona del Bajo Oliveira, al sur del balneario Las Grutas, donde se ubican bancos de moluscos bivalvos, sobre los que opera un flota de varias lanchas marisqueras.

Así, las autoridades locales de la PNA confirmaron que al mediodía del miércoles, el buzo Carlos Velázquez, llegó en estado de inconsciencia al paraje Piedras Coloradas, donde atracan estas pequeñas embarcaciones de alrededor de 10 metros de eslora, desde donde fue trasladado al Centro de Salud grutense y luego derivado al nosocomio de San Antonio Oeste. Allí continuó la atención médica y se decidió su derivación a Puerto Madryn para que fuera sometido a un tratamiento en cámaras hiperbáricas, especiales para este tipo de inconvenientes submarinos.

Ayer llegó nuevamente a esta localidad donde permanecía estable con una embolia cerebral y complicaciones neurológicas, según informó el prefecto local Jorge Alberto Castello.

Por su parte, el experto buzo local, Tony Brochado, manifestó que los casos de obstrucción o corte de mangueras de suministro de aire son bastante frecuentes en el submarinismo. "Existen dos formas de evitar consecuencias: una es la información, es decir conocer con precisión lo que hay que hacer en caso de una emergencia de este tipo, y otro más costoso, es la de llevar por las dudas un pequeño tanque de seguridad, que se consigue en el mercado por alrededor de 400 dólares", dijo Brochado.

Para evitar que la salida rápida desde las profundidades ocasione problemas en el organismo, Brochado indicó que se debe emerger exhalando, con relativa intensidad, según la profundidad y el tiempo que se haya estado sumergido.

Se supo que el buzo, que desde hacía unos 30 minutos aproximadamente se encontraba a unos 22 metros de profundidad, tenía matrícula de pescador y aún no había cumplimentado todos los exámenes para ser matriculado como buzo profesional.

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