Por una campaña se enteraron de que no son ciegos

Revisaron chicos diagnosticados como no videntes.

El 30% de ellos sólo tenía baja visión.

Los profesionales explicaron la diferencia entre un chico no vidente y uno con baja visión.

CHOELE CHOEL (AVM).- El joven había llegado de Río Colorado con un poco de curiosidad, pero cuando salió de la pequeña aula tenía una alegría que no podía contener. Durante mucho tiempo le habían diagnosticado que era no vidente, pero tras la evaluación de ayer le devolvieron la esperanza de poder volver a ver. El examen lo desarrollaron dos profesionales del Instituto de Baja Visión, que llegaron por primera vez a Río Negro, en el marco de la campaña "El Derecho a ver".

La campaña a nivel nacional comenzó hace tres años y consiste en recorrer todas las escuelas del país, escuelas de ciegos y disminuidos visuales o algún servicio agregado, donde evalúan a toda la población "Las estadísticas -ya hemos recorrido 10 provincias- nos arrojan como resultado que más del 50 por ciento de la población de esas escuelas tienen un resto de visión, lo que significa que son tratados como ciegos y no lo son" explicó la profesora, Perla Mayo a este medio.

Mencionó además "socialmente se desconoce esta categoría de personas de baja visión. La sociedad sabe que esta la gente vidente, que ve, y la gente no vidente, que no ve. Pero hay muchas personas que no pueden ver, por ejemplo la letra más grande que tiene el oftalmólogo en el cartel eso significa una décima de visión, que para las leyes es ciego. Desde lo funcional nosotros trabajamos con un resto de visión, que no es justamente la ceguera sino un remanente de visión, que con unos lentes especiales y la rehabilitación visual, logramos que puedan acceder a una lecto-escritura en tinta y sacarlos del Braile".

Perla Mayo, llegó a Choele Choel junto con Guillermo Arroyo, ambos pertenecientes al Instituto de Baja Visión. "Somos cinco profesionales. Donde trabaja Guillermo Arroyo, especialista en baja visión, dos orientadoras visuales, un psicólogo, una asistente social y una técnica en orientación y movilidad" sintetizó Mayo con respecto al funcionamiento del instituto.

La esperanza es uno de los motores que mueve esta campaña. "La posibilidad de llegar a una escuela donde los chicos están leyendo el braile, si bien el diagnóstico médico esta perfectamente hecho, funcionalmente se los determina como personas no videntes. Lo que hacemos es que a partir de la evaluación, si detecta aunque sea una islita de visión en alguno de los dos ojos, se lo maximiza con estos lentes especiales y se les da la posibilidad de que vuelvan a ver de alguna forma" agregó la profesional "Pero, hay que aclarar, que necesitan mucho más que percepción de luz, o sea no es ahora lo ciegos pueden ver, sino personas que tienen un resto de visión. Pero que con un lente común o una intervención quirúrgica no pueden solucionar el problema" dijo.

En Choele Choel se evaluaron cerca de 50 chicos. Los resultaros indicaron que un 30 por ciento de ellos tenía baja visión.

Unos lentes costosos pero efectivos

CHOELE CHOEL (AVM).- Una vez realizado el diagnóstico, el tema es conseguir el dinero para comprar los lentes especiales, que de por sí no son nada económicos "Estos lentes básicamente son sistemas microscópicos, telescópicos, o telemicroscopicos. Para tener una idea, una persona con un lente puede llegar a tener anteojos con dioptrias o potencia, y nosotros trabajamos con lentes con 40 veces más de aumento. O sea son lentes con una imagen muy amplificada, necesitan de una rehabilitación, que no se fabrican en el país. Y son caros, hay que hablar de alrededor de 200 dólares" explicó la profesional sobre los elementos usados para que quienes tienen baja visión puedan volver a ver.

En tanto, que si recibían algún tipo de ayuda económica, explicó "nosotros lo que tratamos es, además de ir a evaluar, de alguna forma general algún tipo de recurso económico. El punto es que nosotros no tenemos ningún subsidio del estado, tratamos de generar a través de fundaciones o empresas privadas que nos puedan esponsorear o ayudar, pero cada vez es más difícil. Así cuando estamos en las provincia, lo que tratamos de hacer es que se genere una toma de conciencia, para que esto no sea sólo un trabajo de la gente de Buenos Aires. Entonces es una forma convocar a la sociedad para que nos ayuden para que nuestros niños tenga su derecho a ver".