Jueves 14 de agosto de 2003

Los pisteros de Chapelco y algunas recomendaciones para agendar

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Son 16. Son los primeros en llegar a la montaña y los últimos en dejarla. Recorren sus pistas, sus bosques, evalúan la nieve allí donde está... y donde no está. Y sobre todo, cuidan de la gente. Son los patrulleros de Chapelco.

Para ser precisos, es el cuerpo de "pisteros socorristas", aunque para los más viejos en esto de andar sobre tablas, son los "patrulleros" o, simplemente, los "patrulla".

Ningún centro de deportes de invierno es siquiera imaginable sin un cuerpo de este tipo. La nieve es para disfrutar, para gozar, para sentir en el ánimo la sensación única de controlar el deslizamiento. Pero la nieve está sobre la montaña y, aún siendo muy segura, la montaña siempre merece respeto.

Los accidentes son posibles, los "palos", en la jerga del esquí o el snowboard, pueden sobrevenir sobre todo si no se siguen ciertas recomendaciones. Para integrar ese núcleo de personas se necesita mucha capacitación Primero, un curso de pistero socorrista nacional del primer grado En Chapelco también se agregan cursos de "primer grado francés" orientados a pistas de centros de esquí; capacitación en RCP y curso americano de atención primaria del trauma, con actualizaciones en trauma de montaña en medio silvestre. Por supuesto, una avanzado grado de manejo sobre los esquíes y capacitación en nivometeorología.

Miguel Righetti tiene 31 años. Comenzó como instructor en 1987 y en 93 ingresó al servicio de pista. Desde 2002 es el jefe del cuerpo de pisteros socorristas.

Miguel cuenta un día de trabajo: "somos los primeros en llegar. Lo hacemos en tres turnos. Estamos encargados de la apertura del centro de esquí. Controlamos que todo esté en condiciones, que no haya obstáculos, que las pistas tengan la nieve correcta para poder habilitarlas, que estén balizada y protegidas para que nada sorprenda al cliente. Luego somos los últimos en irnos, para asegurarnos que todos hayan bajado sin inconvenientes".

A lo largo de la jornada, la tareas de los socorristas continúa con el control de las pistas y condiciones de la montaña, y la atención de los esquiadores o surfer que lo necesiten.

Si se produce algún tipo de accidente, aun cuando no sea grave pero el esquiador no pueda o no se sienta en condiciones de continuar por sus propios medios, los pisteros acuden de inmediato Su primera tarea es evaluar la naturaleza inicial de la lesión y la eventualidad de una evacuación hasta la base, donde funciona un consultorio de atención con profesionales y equipo de rayos.

Para cumplir con su tarea se valen de colchones de vacío (férulas que inmovilizan todo el cuerpo), planos rígidos, collares cervicales, mochilas de trauma, férulas para extremidades, camillas y equipo de oxígeno.

 Para tener en cuenta:

Algunas recomendaciones, en especial para esquiadores o surfers no avezados:

• Evolucione en la montaña progresivamente, de acuerdo con su nivel.

• Use las pistas gradualmente y no intente avanzar a pistas rojas o negras si su manejo de las tablas no es el adecuado.

• Esquíe según su estado físico, esto es no exigirse más allá de sus posibilidades reales. Si se cansa, deténgase en el primer lugar adecuado o recobre fuerzas en los paradores. El cansancio multiplica el riesgo y las lesiones.

• Si tiene algún problema o dolencia que le impida avanzar, si puede hacerlo dé aviso o despréndase de los esquíes y colóquelos en forma de cruz sobre la nieve.

• Siga las recomendaciones y no incursione fuera de las pistas balizadas y controladas.

Y si ve a un esquiador de Chapelco con equipo rojo y negro, una franja amarilla que le cruza el pecho y una cruz blanca sobre la espalda; no lo dude. El puede ser su mejor amigo en la montaña.

 

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