Un estudiante perdió un ojo y el seguro no responde

Reclaman una respuesta del Consejo Provincial de Educación. El único ingreso de la familia son $ 150 mensuales del Plan Jefes. Hace ya un año que el chico sufrió el accidente en horario escolar.

Los docentes y directivos de la escuela también piden que se solucione pronto el reclamo.

NEUQUEN (AN).- Un estudiante secundario perdió la visión del ojo derecho al cabo de un accidente en una clase de educación física, pero a un año del hecho el Consejo Provincial de Educación ni siquiera pudo responder si el chico tenía el correspondiente seguro. Hasta el momento, ni el colegio ni la mamá del muchacho tuvieron respuestas de parte del CPE que debería contar con un seguro a través de una aseguradora de riesgo de trabajo (ART).

"Oficialmente, la única respuesta que tuvimos desde el departamento de seguros del CPE fue que la familia se haga cargo de los gastos y que presente las facturas para que se evalúe si corresponde o no hacer el reintegro", sostuvo Cecilia Svanozzi, la secretaria de la Escuela Provincial de Educación Técnica 5 de esta ciudad.

El muchacho, que ahora tiene 14 años, vive con su mamá y tres hermanos en una casa del barrio San Lorenzo Norte y a raíz del accidente ahora está repitiendo el cursado del primer año de la EPET. El único ingreso fijo que tiene la familia son los 150 pesos que la mamá del adolescente recibe a través del plan jefas y jefes de hogar.

"Hemos buscado todas las alternativas y tanto la dirección como el cuerpo docente se ha preocupado por el caso, pero creemos que debe haber una respuesta concreta porque se trató de un accidente dentro del horari escolar y en el marco del dictado de una materia", agregó Svanozzi en diálogo con "Río Negro".

Todos los males comenzaron el 21 de agosto del año pasado en el gimnasio Ruca Che, el lugar donde hacen gimnasia buena parte de los alrededor de 700 alumnos que tiene el establecimiento ubicado en Belgrano y Las Gaviotas del barrio San Lorenzo.

Javier -ese es el nombre del chico accidentado- jugaba al fútbol con sus compañeros cuando por incidencias del juego recibió un pelotazo en el rostro sin que, en ese momento, la cuestión pasara a mayores Cuando la clase -que ese día había sido sólo recreativa- terminaba el chico se acercó al profesor (que se llama Guillermo) y le comentó que al recibir el impacto sintió un 'pinchazo' en el ojo. El docente lo revisó, notó

que Javier tenía 'un puntito de sangre' y en su auto lo llevó hasta la guardia del hospital Horacio Heller El chico quedó internado y en muy poco tiempo sufrió una infección que derivó en uno y otro problema hasta llegar al desprendimiento de retina Se estima que el balón arrastró consigo alguna piedrita u astilla que había en el campo de juego y que fue ese elemento el que lastimó a Javier.

La madre del chico y las mismas autoridades del establecimiento fueron a diferentes dependencias del CPE, pero sobre todo al departamento de Seguros Y desde allí al ministerio de Desarrollo Social donde accedieron a solventar el viaje y la estadía de Javier y su mamá en la Capital Federal donde el chico fue internado en una clínica privada Al cabo, tras varios meses y habiendo pasado por el quirófano, el chico y su familia se resignaron a la pérdida de la visión.

"Por ser una escuela técnica y contar con talleres es más común que en otros establecimientos que se produzcan accidentes; nunca había pasado algo de tanta gravedad pero siempre estuvimos convencidos de que había un seguro, por lo que nos ha contado la madre el chico tendría que hacerse nuevos estudios y quizás otra operación", afirmó Silvana Cinat, la regente del área Cultura de la EPET 5.