"Los únicos que no quieren ver la problemática son los funcionarios"

NEUQUEN (AN).- En la escuela 311 del barrio Almafuerte están desbordados por la situación de riesgo social de los alumnos que asisten a ese establecimiento, enclavado en el corazón del populoso oeste neuquino. "Los únicos que no quieren ver la problemática son los funcionarios", dijo ayer la directora, Claudia Pérez.

La docente aseguró que nadie se ha comunicado desde los organismos oficiales para intentar interiorizarse del caso de Rubén, el chico 11 años que el pasado 22 de julio resultó con fracturas cuando una compactadora de un camión de basura lo aprisionó, mientras buscaba comida en el basural de esta ciudad.

El drama de Rubén conmocionó a la región y trascendió las fronteras de la provincia. Sin embargo, Pérez aclaró que salir a exponer ese cuadro de vulnerabilidad social no significa salir a confrontar con el gobierno provincial. Sobre todo, por las declaraciones del subsecretario de Acción Social de la provincia, y candidato a diputado provincial, Manuel Gschwind, que afirmó que "de ninguna manera los chicos van a comer al basural" El menor se recupera en el hospital Castro Rendón, donde ingresó el pasado 22 de julio con la pelvis fracturada. El niño vive con su madre, de 48 años, y separada y seis hermanos en una precaria casilla de madera en el barrio Almafuerte. El grupo familiar sobrevive con un subsidio de 150 pesos y dos cajas con alimentos que entrega mensualmente la provincia, según explicó Pérez.

La directora exhortó a sentarse a una mesa de diálogo para entre todos las entidades y sectores involucrados en el tema, "podamos encontrarle una solución". "Sabemos que el Estado reparte alimentos, pero algo falta", agregó.

Sostuvo, no obstante, que "lo que no está en duda es que los chicos comen de lo que encuentran en el basural" Anticipó que en los próximos días la comunidad educativa se reunirá con la defensora del Niño y del Adolescente, Nara Osés, para "que a través de ella se convoque a todas los organismos involucrados".

Subrayó que a la escuela del barrio Almafuerte concurren unos 500 alumnos en dos turnos, pero "los chicos cuando van al basural no vienen a clases". "Tenemos grandes porcentajes de ausentismo, porque los chicos van a cirujear", añadió La directora informó que en la escuela funciona un comedor que atiende al medio millar de alumnos que reciben de lunes a viernes el almuerzo y un refrigerio reforzado en dos turnos.

El comedor se sostiene con alrededor de 3.000 pesos. De esos recursos, 1.000 recibe de Nación por el programa de políticas compensatorias y los 2.000 restantes los aporta el Consejo Provincial de Educación. De todos modos, Pérez admitió que su principal preocupación es encontrar "entre todos" una solución "para que los chicos no vayan más al basural".

"Hoy en lugar de dedicarnos a los temas pedagógicos, los docentes estamos tapando agujeros por la crisis social. Tenemos bien claro que la única oportunidad que tienen los chicos es la escuela primaria", puntualizó la directiva del establecimiento neuquino.

Docentes de la Escuela 311 de Almafuerte quieren poner un límite a la presencia de los chicos en el basural de Neuquén.