CIPOLLETTI (AC).- Los amigos y allegados a Beatriz Bogari, la cipoleña de 30 años que se intoxicó con monóxido de carbono y quedó cuadripléjica, siguen juntando firmas para reclamar ayuda. Hasta ahora, dijeron preocupados, sólo consiguieron "promesas" del gobierno rionegrino sobre las tan necesarias sesiones de rehabilitación.

Un año después del accidente, que ocurrió el 9 de julio de 1999, los familiares de Bogari lograron que el gobierno rionegrino financiara un viaje a Cuba, donde la joven fue sometida a diversas operaciones para tratar de recuperar su movilidad. En el caso de las manos, le hicieron cirugías dedo por dedo.

Cuando regresó a Cipolletti, el 8 de abril de 2001, Beatriz daba algunos pasos con ayuda de un andador y lograba realizar varios movimientos con sus manos. Pero como en la zona no recibió la rehabilitación que le habían prometido, empezó la involución.

Beatriz está ahora en silla de ruedas y sus manos perdieron la movilidad que habían conseguido. "Estamos prácticamente como antes de viajar a Cuba", graficó Angela Giménez, la madre de la joven.

Los familiares pidieron ayuda en reiteradas oportunidades y ante diversos ámbitos (incluso a nivel nacional) pero lo único que consiguieron hasta ahora fueron "promesas". Lo mismo les sucede a los amigos y allegados, que desde hace tiempo están recolectando firmas para pedir ayuda. Ya enviaron dos cartas a Viedma Según dijo Giménez, Beatriz necesitaría al menos cinco horas diarias de sesión para tratar de frenar el retroceso. Esto podría realizarse en un centro que se encuentra en Viedma, donde hay especialistas cubanos, dijo.

Además de los problemas que se les presentan para conseguir la terapia de rehabilitación, los familiares luchan por obtener una ayuda económica por medio de una pensión asistencial Aseguraron que Beatriz no puede percibir este beneficio "porque un formulario socioeconómico que debían firmar en Cipolletti pasó un año sin la firma".