Se buscará disminuir la cantidad de noches que los jóvenes salen.

También quieren regularizar el consumo y la venta de alcohol .

Se adelantó que la propuesta será consensuada con Carlos Paz.

Intentarían reducir las cinco noches que los chicos van a los boliches y

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Autoridades municipales y dirigentes empresariales propondrán importantes modificaciones para "humanizar" los viajes de egresados a Bariloche y también para garantizar el cumplimiento de los compromisos por parte de las empresas operadoras. En especial se buscará disminuir la cantidad de noches en que los jóvenes van a los boliches y también el consumo de alcohol.

La iniciativa complementará las propuestas de la Asociación de Turismo Estudiantil de Bariloche (Ateba) la cual busca revertir los efectos de la reglamentación nacional que regula la actividad, la cual, a su entender, resulta "funcional a muchos intereses". Los prestadores coincidieron en que la intención de la ley es buena, pero que el decreto reglamentario la torna "de cumplimiento imposible".

Los mayores cuestionamientos recayeron sobre el sistema de certificaciones establecido por la reglamentación por su dudosa validez y la facilitación de manejos monopólicos que genera. Los vicios de la nueva legislación fueron detectados a raíz del sistema de comercialización impuesto por las discotecas locales, que obliga a los operadores a adquirir un mínimo de cinco noches para acceder a una mejora en los precios y la respectiva certificación.

El borrador -puesto en consideración de los departamento legales del Ejecutivo y el Deliberante- propone eliminar las certificaciones y exigir a las agencias la presentación de garantías patrimoniales que acrediten su solvencia y seguros para los servicios vendidos y las prestaciones contratadas en destino así como un responsable radicado en esta ciudad.

El secretario de Turismo, Hugo Cejas, adelantó a "Río Negro" que "cuando concluya la depuración de la propuesta la vamos a consensuar con (las autoridades de) Carlos Paz (Córdoba) para que nos acompañen en la presentación a las autoridades nacionales".

Los empresarios advirtieron que tras l caída de las grandes operadoras nacionales el mercado estudiantil tiende a una atomización de la oferta, con el surgimiento de muchas pequeñas agencias, que dificultará la fiscalización del Estado tanto en la contratación como en la prestación servicios.

La comercialización de turismo estudiantil comenzó en los años 70 para cubrir los baches de ocupación de la baja temporada pero recién se desarrolló como producto una década después, impulsado por la crisis del turismo convencional.

A mediados de los 90, junto a los máximos registros de afluencia del sector -160.000 pasajeros anuales-, surgieron los primeros conflictos de gravedad que denotaron la carencia de una regulación acorde.

En 1996 se dictó la primera ordenanza que prohibió el expendio y consumo de alcohol a menores de 18 años, con la que se buscó poner límite a los contingentes estudiantiles y también a los jóvenes residentes en la ciudad. La norma fue perfeccionada dos años después por la ordenanza 928, que además prohibió el consumó de alcohol en la vía pública.

También se sancionó la ordenanza 604, por la que se creó el registro de coordinadores de turismo estudiantil y se establecieron las responsabilidades de las operadoras y sus empleados en la atención y control de los grupos de estudiantes que llegan a la ciudad.

En el año 2000 se dictó la última reglamentación de alojamiento para grupos de turismo estudiantil, contenida en la ordenanza 1051, que restringió en forma definitiva la quinta cama en los hoteles y estableció los parámetros de calidad para el sector.

No obstante, basta recorrer las discotecas para comprobar como se expende alcohol a los menores y también "Río Negro" constató que hay hoteles con cuartos de 5 y hasta 6 camas.