Sin terminal, el comercio en el Bajo entra en dudas

La preocupación del municipio neuquino es cómo reconvertir la zona comercial una vez que la terminal se traslade. Con la ONU, buscan crear estrategias para que los locales no cierren.

Es una zona de mucha circulación diaria y dominada por comercios pequeños, locutorios y casas de comidas rápidas.

NEUQUEN (AN).- Cuando la terminal sea traslada del parque central, ¿cuál será el futuro de los negocios que funcionan a su alrededor?. Lo más probable es que sin el público que mueve la estación, esos locales bajen las persianas al poco tiempo.

Es una hipótesis probable manejada por el gobierno de la ciudad, que intenta abrir el paragüas antes que la crisis social se desate Por ello, hace unos meses entabla conversaciones con representantes de las Organizaciones de las Naciones Unidades (ONU) en la Argentina con el objetivo de crear estrategias de fortalecimiento para estos comercios en particular.

Se trata de un sector poblado con cantinas de comidas ligeras entremezcladas con locutorios, casas de ventas de calzados económicos, de ropa nueva y usada, disquerías con lo último en cuarteto, peluquerías de cortes a bajo precio, heladerías... También hay algunas firmas fuertes que aprovechan la gran movilidad de gente para ofrecer sus productos.

La idea municipal es apoyar en la reconversión a los negocios con menores posibilidades. En función de esto evalúa adoptar un programa de la ONU que facilitaría el asesoramiento a los pequeños comerciantes en la redefinición de sus productos y estrategias de venta a partir de la salida de la terminal y de la irrupción de nuevas centralidades.

Cambios

¿Qué centralidades?. El Museo Nacional de Bellas Artes. el circuito cultural del Parque Central y las nuevas calles que lo transversalizan y que suponen una mayor presencia de turistas y obviamente un cambio de tipo de clientela con intereses diferentes a la actual.

Quien se puso al frente de esta empresa es Fernando Gallo, jefe de gabinete de la municipalidad "Para nosotros -dice- es un gran desafío motorizar el comercio del bajo que vive en torno de la terminal, asesorar en el diseño de una estrategia comercial a futuro... pensamos en una política de marketing".

Agrega enseguida un "pero" y los "peros" implican siempre un obstáculo. "Los primeros interesados en llevar adelante este proceso tienen que ser los comerciantes del sector. Si ellos no empujan para adelante, el municipio tiene los brazos atados y no puede hacer nada".

Su reflexión tiene un por qué y es la inacción aparente en la que cayeron los comerciantes de los paseos comerciales a cielo abierto La motivación inicial de los propietarios de los negocios fue apoyada por la comuna con asesoramiento técnico, fondos y con luminarias.

La caída de negocios pequeños es la cara negativa de una obra positiva para la ciudad, reflexiona Gallo, porque el traslado de la terminal en las afueras significará menos contaminación y mayor seguridad para la población.

"De nuestra parte damos todo el apoyo, falta saber si los comerciantes quieren ayudarse a si mismos y avanzar en conjunto", remató.