Bariloche logró achicar parte de su abultada deuda

El pasivo de las cuentas del municipio pasó de 18,2 millones de pesos en diciembre del 2001 a 16,1 en junio de este año.

En los últimos dos años el municipio no tomó nuevos préstamos bancarios y consiguió reducir la deuda con empleados y proveedores.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El cumplimiento de los planes de pago acordados y la forzada abstinencia de nuevos empréstitos contribuyeron para que el municipio logre en el último año una notoria reducción de su pasivo.

La deuda tocó un techo de 18,2 millones de pesos en diciembre de 2001 y al 30 de junio pasado se había reducido a 16,1 millones, según lo informado por la secretaría de Hacienda.

En este tiempo el municipio no tomó nuevos préstamos bancarios y consiguió achicar la deuda con sus empleados y con algunos proveedores A su vez, la decisión de municipalizar la recolección de basura terminó con lo que fue una las principales causas del abultamiento de la deuda en los últimos años.

La contracción del pasivo también fue producto de los acuerdos de pago alcanzados con el banco Patagonia, el grupo Nación (titular de los bonos BEM), el Soyem y las empresas Benito Roggio y Telefónica, entre otros.

El responsable de Hacienda, Manuel García, dijo que en este año el municipio está pagando deuda por unos 500 mil pesos mensuales en promedio, mientras que el ingreso total por coparticipación y recaudación propia ronda los 2,3 millones mensuales.

También relativizó el peso real del endeudamiento -que desde hace años está considerad como el gran problema de la administración municipal- ya que esto representa apenas el 60 por ciento del presupuesto de todo un año.

La deuda municipal tuvo una curva ascendente desde 1995 hasta 2001 (gobiernos de César Miguel y Atilio Feudal) y esa constante recién se rompió cuando la crisis financiera nacional impidió todo acceso al crédito.

A diciembre de 1995 el pasivo era de 3 millones de pesos, dos años después saltó a 11,09 millones y en diciembre de 1999 llegó a 16,6 millones. Una buena parte de esa cifra correspondió al financiamiento de obras públicas con emisión de bonos BEM.

Con Feudal la deuda siguió creciendo hasta los 18,2 millones, ya que el ex intendente ra

dical acumuló nuevos atrasos con proveedores, incumplimientos con la empresa Roggio (recolección de basura) y también tomó dos nuevos créditos por 1,5 millones de pesos y por 1 millón de dólares.

La reestructuración lograda a lo largo de 2002 permitió reducir notoriamente la deuda financiera (créditos bancarios y operatoria BEM) que al 30 de junio de ese año acumulaba en conjunto 3,76 millones y un año después cayó a 1,79 millones La proyección prevista según los planes de pago ubica la deuda financiera al cierre de 2003 en 726.000 pesos.

La deuda salarial al 30 de junio era de 2,22 millones (allí está incluido el sueldo de junio, pagado pocos días después). Entre las cuentas que está pagando el municipio la más abultada es la de Benito Roggio (2,45 millones) que se descuenta automáticamente por embargo judicial sobre un porcentaje fijo de la recaudación.

Otros acreedores son la firma Codistel (vertedero de residuos y obras públicas) con 1,6 millones, el Emprotur con 753 mil pesos, Telefónica con 570 mil, el Soyem con 422 mil y la constructora Alusa con 417 mil pesos.

Según García, la mayoría de esos incumplimientos se están regularizando con cronogramas de pago acordados entre las partes y "en general no hay atrasos con los nuevos vencimientos".