Normalizaron las clases en las escuelas de Sierra Grande

SIERRA GRANDE (Especial).- Ayer se normalizó el dictado de clases en las escuelas de Sierra Grande con la apertura de la escuela 81, el último edificio escolar en la lista de las reparaciones en su sistema de calefacción después de casi dos meses de inactividad. Primero se concluyeron las obras en la escuela 251, luego la escuela 62, el CEM 39 y finalmente la escuela 81 Durante varias semanas 1600 alumnos permanecieron sin clases por el retiro de los medidores de gas en cuatro edificios escolares, donde varios alumnos fueron a parar al hospital con síntomas de haberse intoxicado con monóxido de carbono en el aula, por los problemas que se detectaron en los sistemas de calefacción Las demoras en el reinicio fueron justificadas en que se trató de cuatro edificios escolares donde un solo gasista matriculado tuvo que reparar todo el sistema de calefacción. A mitad de este camino la municipalidad de Sierra Grande se hizo cargo de la administración, distribución de los fondos para la compra de materiales y pago de mano de obra. Las partidas fueron remitidas desde el Ministerio de Economía ya que Educación carecía de medios para este tipo de obras.

Entre las obras que se desarrollaron se cambiaron calefactores viejos por nuevos, colocaron rejillas de aporte de ventilación, arreglos generales en las instalaciones internas y en algunos casos el cambio de cañerías por completo Todo comenzó el 24 de junio cuando un alumno de sexto grado de la escuela Nº 251 se desvaneció en hora de clase por falta de ventilación en el aula y tuvo que ser asistido en el hospital. Por este hecho Camuzzi retiró los medidores del edificio. El motivo en este caso fueron las deficiencias en los sistemas de ventilación

Horas después en la escuela 81 la historia se repitió cuando cuatro alumnos de tercer grado fueron a parar al hospital tras inhalar gas proveniente de la pérdida de un calefactor que había en el aula Desde allí sobrevino el retiro de los medidores por parte de Camuzzi en otros establecimientos como la escuela primaria Nº 62, donde no hubo que lamentar intoxicados, pero "por prevención" la directora solicitó una inspección de los calefactores e instalaciones y se constató que las deficiencias no diferían de los otros edificios escolares inspeccionados. También allí se retiraron los medidores.