Roca: ex empleados de El Maruchito exigieron ser reincorporados

ROCA (AR).- El malestar por la incertidumbre sobre el destino laboral de 15 personas que se desempeñaban en el hogar "El Maruchito" derivó ayer en una ocupación de la Dirección de Promoción Familiar en Roca.

Acompañados por dirigentes del gremio ATE, unas 25 personas se instalaron pacíficamente en el inmueble de la calle Rodhe. Por la tarde anunciaron que no abandonarán su postura hasta que el ministro de Desarrollo Social, Alejandro Betelú, ofrezca respuestas concretas al reclamo de los trabajadores.

La petición de los manifestantes es que el funcionario llegue a la ciudad para una entrevista personal, en la que exigirán la inmediata reincorporación de los compañeros que nunca más fueron convocados a sus puestos desde fines de junio, cuando se produjo el violento motín en "El Maruchito".

Cabe recordar que el instituto destinado a la contención de menores en conflicto con la ley fue escenario de una refriega, tras la cual sus instalaciones quedaron totalmente fuera de uso. Consecuencia de ello fue el traslado de los internos hacia distintas comisarías y el pase a disponibilidad de todo el personal.

El argumento de Promoción Familiar, responsable del hogar, fue que algunos empleados tuvieron responsabilidad en el origen de los desmanes, a partir de un presunto maltrato a jóvenes detenidos.

Las semanas pasaron y -según se informó ayer- unos 30 de los 45 agentes que tenía "El Maruchito" ya están trabajando de nuevo, aunque en distintas dependencias del área social.

Es la situación de la quincena restante la que preocupó a los dirigentes de ATE, que en la víspera acompañaron la toma de Promoción Familiar.

"Desde los días posteriores al motín todo se desvirtuó. Declararon el pase a disponibilidad de todos los trabajadores pero sólo notificaron a unos pocos. Ahora nos encontramos con que la mayoría está cumpliendo funciones en casas de preegreso, pero otra franja todavía espera y desde el gobierno no se les aclara su situación", señaló ayer el titular de ATE en el Alto Valle, Hugo Rojas. Allí están convencidos que existe una persecución hacia sus afiliados y denunciaron también que la actitud del gobierno es "incoherente", porque entre los que no retornaron a sus labores hay cocineras, que no pudieron haber tenido responsabilidad durante el motín.