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La red cloacal de Neuquén está al borde del colapso

El concejal del Frente Grande, David Lugones, titular de la Comisión de Servicios Públicos, denunció desinversión en el sector. El 60% de los efluentes se arroja crudo al río Limay, aseguró. La planta de la calle Tronador es insuficiente para la población actual y funciona a la mitad de su capacidad. El gobierno dice que está por cerrar un acuerdo con el Banco Mundial para expandir el área de cobertura del sistema de saneamiento y agua potable de la capital.

El representante del Banco Mundial que arribó ayer a Neuquén para evaluar el proyecto del EPAS.

NEUQUEN (AN).- La red cloacal de esta ciudad está al borde del colapso, ya que la principal planta de tratamiento de efluentes, ubicada al fondo de la calle Tronador, prevista para abastecer la demanda de, como máximo, 90 mil habitantes, funciona a la mitad de su capacidad. Con una población que supera las 200 mil personas en esta capital y sólo dos de los tres módulos del complejo en marcha, "el 60% de los efluentes cloacales se arroja en crudo al río Limay", dijo el concejal David Lugones, del Frente Grande.

Lugones, que preside la comisión de servicios públicos del Deliberante capitalino, también se refirió a la necesidad de ampliar la cobertura de agua potable para el sector oeste de la capital. Ambas obras -tres módulos como mínimo para la planta Tronador y un acueducto adicional en la franja entre los barrios El Progreso y la calle Godoy- demandarán una inversión que multiplica por diez la realizada por el gobierno en tres años.

El concejal dijo que el sistema actual de agua y saneamiento de Neuquén "es insuficiente" para abastecer la demanda, y que la cifra que el gobierno invirtió en obras desde 2000 -3,7 millones de pesos- "no es suficiente". Recordó que cuando asumió la administración Sobisch y se mencionó la posibilidad de transferir al municipio el servicio, el intendente Horacio Quiroga pidió una inversión de diez millones de dólares para poner el sistema a la altura de la demanda Desde entonces "sólo se hicieron obras menores" por lo cual "actualmente el EPAS no permite una sola conexión más a la red cloacal". Como ejemplo, mencionó que el barrio ubicado al norte del kartódromo del Círculo Policial no está conectado al sistema. La colectora parcial de ese sector vuelca los líquidos crudos "al canal pluvioaluvional de la calle Rohde". Sin embargo, ayer el gobierno anunció, a través de Mario Morán, titular del EPAS, que se está a punto de cerrar un acuerdo con el Banco Mundial para financiar la obra de la planta Tronador -seis módulos de tratamiento- y una colectora en el oeste de la ciudad. El presupuesto global es de unos 33 millones de pesos y ambas obras paliarían la demanda.

Lugones dijo que en materia de cloacas hay dos plantas menores, d reciente construcción, que se ubican en Valentina Sur y Ciudad Industrial, "pero no alcanzan".

El gobierno hizo una inversión que superó los 18 millones de pesos en tres años pero de esa cifra, apenas el 20% fue para la capital, donde la demanda es mayor.

Lugones dijo que la situación "es gravísima" porque se requiere un refuerzo presupuestario importante. Las dos colectoras del centro de la ciudad -la que discurre bajo la calle Collón Cura y la que va debajo del asfalto de Saavedra- "van directamente al desagüe, sin ningún tratamiento de los líquidos cloacales" y por ese motivo se perciben hedores nauseabundos en su recorrido -especialmente en el cruce con San Martín y en proximidades del hipermercado cercano a la ruta 22-. Además, las redes tienen "problemas de mantenimiento".

En cuanto al sistema de agua potable, Lugones reconoció que la situación no es mejor. Según informes solicitados a técnicos del EPAS, "hay dos o tres proyectos distintos".

Dijo que en el centro de la ciudad, donde las redes de agua potable tienen más de cuarenta años se verifican pérdidas que producen frecuentes anegamientos -en la esquina del Hotel del Comahue, por ejemplo-.

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