Cansados de esperar, pintaron ellos mismos una escuela

NEUQUEN (AN).- "Nos cansamos de pedir que nos pinten la escuela y agarramos los pinceles".

Rosana Ceccacci es una docente de la escuela 232, del barrio Bouquet Roldán, que durante los últimos años encabezó diferentes pedidos al Consejo Provincial de Educación (CPE) para refacciones en el establecimiento donde da clases.

En abril último, junto con otros docentes, decidió poner dinero de su propio bolsillo para costear la pintura para la aulas Dijo que no es la primera vez que los docentes de esa escuela deciden hacerlo y que llegó a ese límite porque el lugar presentaba un aspecto "decadente".

Ceccacci comentó que la desprotección que presenta el edificio escolar es "lamentable" y que "al parecer se olvidaron de nosotros".

Explicó que a su escuela asisten unos 500 alumnos y que junto con sus colegas llegó a tomar esta medida porque creen que "los chicos se merecen ir a clases en un lugar digno, que no tenga el aspecto de estar totalmente descuidado".

Según dijo, pocos días antes de pintar las aulas, los maestros habían obtenido una negativa de parte de las autoridades del CPE para contribuir a su mantenimiento.

"Nos dijeron que no tenían plata para nosotros, y que habían otras prioridades para ellos", explicó la docente.

Pero la escuela también sufre otro tipo de inconvenientes edilicios Los reclamos de los niños y los padres que apoyan a los docentes, también son por mejoras en un sector del techo de la institución.

Cada vez que llueve los pasillos de la escuela y las aulas se inundan porque el agua se filtra por este sector desmejorado del techo.

Los baños de la institución también presentan problemas para los alumnos. En especial para los más pequeños.

Tras meses de pedidos, en la escuela pudieron cambiar las letrinas de los baños y acceder a la colocación de inodoros sanitarios Pero las obras quedaron inconclusas, ya que no hay mingitorios y en su lugar solamente cae un hilo de agua.

Los chicos hacen sus necesidades en una canaleta que está continuamente repleta de agua y que se rebalsa hacia el piso del baño.

"Los más perjudicados son los nenes de primer grado que no pueden tener un control a la hora de ir al baño. Cada vez que entran al baño salen con los pantalones sucios", dijo la docente.

Ceccacci dijo que en lo que va del año los maestros llevan gastados unos 400 pesos en refacciones en concepto de pintura.