Más turismo pero menos ventas en la temporada

La mayoría de los comerciantes coincidieron que a pesar de la afluencia de turistas, las ventas no fueron buenas. Sólo "salvaron" la temporada algunas chocolaterías y la venta de cuero.

Los turistas llegaron en gran número a Bariloche, aunque cuidaron el bolsillo y prefirieron ser cautos a la hora de las compras.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Buen clima, tardía pero abundante nieve y mucho turismo marcan el perfil de la temporada invernal 2003 que, en cambio, muestra un me-nor movimiento comercial que el registrado durante el año pasado.

Tras el pico de afluencia del receso escolar, que prácticamente colmó la ciudad, la ocupación hotelera se ubicó entre el 75 y el 80%. Con una mezcla de optimismo y satisfacción, las autoridades de la secretaría de Turismo estimaron que esos guarismos se mantendrán durante esta semana, aunque con alguna leve baja.

El movimiento turístico de julio promedió un 77% de ocupación. En la segunda quincena las vacaciones de invierno llevaron la demanda de alojamiento hasta el 85%, mientras que el tope de la temporada se produjo en la última semana del mes con una ocupación superior al 90%.

La fuerte afluencia de visitantes que dibujó sonrisas en buena parte del empresariado superó los registros de años anteriores, pero no tuvo la misma repercusión en una amplia franja del comercio que ni siquiera llegó a equiparar las ventas de 2002.

La mayoría de los comercios céntricos coincidieron al evaluar que las ventas de este año resultaron significativamente menores a las registradas durante el invierno pasado. Sólo las chocolaterías y unas pocas casas de cuero mantuvieron un buen nivel de actividad.

Algunos comerciantes incluso arriesgaron porcentajes en función de los ingresos de caja y estimaron que el volumen de ventas se ubicó -"con suerte"- entre un 65 y un 70% de lo producido en el invierno 2002.

Sara, encargada de casa de artesanías y joyería ubicada en pleno centro, señaló a "Río Negro" que "estamos apenas por encima de la mitad de lo trabajado el año pasado y el índice se repite en varios comercios amigos e incluso entre los artesanos".

La estimación fue confirmada por varios de los artesanos que mantienen sus puestos en la floreciente feria artesanal del Centro Cívico. Por la variedad y calidad de los productos que allí se ofrecen, el lugar se transformó un circuito obligado para los turistas que llegan a la ciudad.

Pero la curiosidad de los visitantes, que preguntan por todo, no se traduce en igual medida a las ventas. A contrapelo del flujo de visitantes las mayores ventas se concentraron en la primera semana del receso escolar para luego caer "estrepitosamente".

Daniel (tallas en madera) y Diana (macramé y trenzados) relataron a este diario que "el movimiento está muy regular, la primera semana de las vacaciones se vendió bien pero después se vino abajo" Mirta (tejidos) coincidió con sus compañeros de feria al señalar que "más o menos algo se vende pero nada que ver con el año pasado y menos aún con la temporada anterior".

En cambio se registró un buen nivel de actividad en los distintos circuitos turísticos que rodean la ciudad El aceptable estado del camino a Pampa Linda permitió que no pocos vehículos particulares secundaran a las micros y combis que trasladaron turistas al cerro Tronador, mientras que las excursiones mantuvieron un alto nivel de demanda pese a la escasés de servicios.

La buena nieve acumulada por el temporal del jueves pasado renovó la imagen y las actividades en el cerro Catedral, donde ya se comenzaron a vivir las primeras pruebas deportivas y todavía se aguarda al grueso de los esquiadores y snowboarders que habitualmente disfrutan del centro invernal en agosto.