Domingo 10 de agosto de 2003

Las "tintorerías ecológicas" preocupan a los concejales

Esta vez el planteo surgió a raíz de la sustancia que utilizan esos comercios. Se trata de un solvente denominado percloroetileno, un producto considerado potencialmente cancerígeno.

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En el Deliberante neuquino se discute qué hacer con los solventes utilizados en tintorerías "ecológicas" para limpiar la ropa.

 

NEUQUEN (AN).- Prohibir o regular, el gran dilema de los concejales, que no saben qué hacer con el percloroetileno, una sustancia tóxica potencialmente cancerígena usada como solvente por las tintorerías "ecológicas".

El primer impulso de los ediles de exigir la reconversión del sistema cedió, por lo menos transitoriamente, luego de mantener una reunión con los propietarios, que defendieron su inversión y afirmaron que utilizado en forma correcta el percloroetileno "no es riesgoso".

El municipio de la ciudad imagina entre tanto mecanismos adecuados de control ambiental: medir gases en el aire, recoger los barros tóxicos y depositarlos en un lugar especial hasta la disposición final en alguna de las dos únicas instituciones dedicadas en el país a neutralizar esta sustancia.

El costo del proceso sería a cargo de los generadores en proporción al volumen de desechos que cada cual produce.

Por ley, el barro químico es considerado residuo peligroso: se obtiene al final del proceso de limpieza de ropa a seco mediante el empleo del percloroetileno.

La discusión legislativa pasa si aprobar una ordenanza que regule estrictamente el funcionamiento de estas tintorerías a sabiendas de que la municipalidad falla en su rol de policía, o bien prohibirlas hasta tanto garantice los mecanismos de control.

En la comisión de Medio Ambiente, la cámara que agrupa a las tintorerías "ecológicas" argumentó que este producto es inodoro y precisó que su utilización correcta es mediante un circuito cerrado de máquinas especiales, manipulado por técnicos en su colocación y desecho.

Insistió además que "es imposible" reconvertir las máquinas de lavado a seco de prendas que, según se dijo, cuestan entre 15.000 a 100.000 dólares.

El siguiente encuentro se hará cuando los tintoreros hayan elaborado propuestas de manejo del medio ambiente para el sector.

Son medidas que los concejales del ARI vienen impulsando desde 2001 y que la comisión de Medio Ambiente acaba de rescatar a causa de que las máquinas pueden tener pérdidas y de hecho algunas la tienen, lo cual es detectable por el olor característico del solvente que queda impregnado en el local o en las prendas. Lo contrario, la falta de olor, implica un funcionamiento correcto.

En esta capital varias tintorerías "ecológicas" presentan riesgos para la salud y el medio ambiente, de acuerdo a un informe municipal (ver aparte).

La concejal Betti Kreitman (ARI) dijo que su bloque se encuentra relevando las condiciones actuales de las tintorerías en tanto su colega del PJ, Rubén Roussillón, ingeniero químico, remarcó que esta sustancia debe ser manipulada en condiciones "estrictas de precaución y por gente capacitada".

En función a la exposición al percloroetileno, puede provocar jaquecas, dermatitis, alteración de la visión, cambios en el comportamiento, daños neurológicos, cáncer y abortos espontáneos, entre otros.

Las personas más expuestas son los trabajadores de lavanderías en seco, las familias que viven cerca de los negocios que no cumplen las normas de seguridad, las que usan o guardan en sus casas prendas saturadas con olor al solvente.

La categoría depende de la maquinaria

NEUQUEN (AN).- Dice el informe municipal que las tintorerías ecológicas se llaman así, no debido a la calidad del residuo que responde a la clasificación de peligroso, sino a la maquinaria diseñada para ser sumamente eficiente.

El solvente utilizado -si bien eficaz- requiere un manejo cuidadoso en todo su ciclo de vida hasta su recuperación o destrucción.

La Organización Mundial de la Salud clasifica al percloroetileno como una sustancia sospechosa de ser potencialmente cancerígena.

Las normas estipulan que un barro con contenido de este solvente no debe tener más de 0.7 partes por millón para no ser considerado tóxico.

El informe fue elaborado en agosto de 2002 bajo la responsabilidad de Rubén Botticelli, director general de Limpieza Urbana y Gestión de los Residuos, y fue incluido en el expediente iniciado en el ARI y evaluado en el Concejo.

El año pasado funcionaban cinco tintorerías "ecológicas" en la capital. La de Alberdi al 100 acumulaba 25 tachos de 20 litros con residuos acumulados. Otros 17 tachos estaban depositados en la que alquila un local en el híper cercano al puente carretero con Cipolletti. En la localizada en el híper del alto de Neuquén no se pudieron recabar datos seguros.

La que funciona en Malvinas y Santa Fe "es un caso especial porque nunca interrumpió el servicio de recolección de residuos patógenos", dice. Otra, de calle Rivadavia al 600, por aquel entonces realizaba la limpieza en Cipolletti.

Se estima que las máquinas pueden generar hasta un tacho de 20 litros de residuos tóxicos al mes.

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