La jueza García García intentó hasta último momento frenar la puesta en marcha del Juzgado 21

Con limitaciones, largó la sede judicial de Cipolletti

En la madrugada tuvo su primera causa por una tentativa de hurto con un menor detenido en Catriel. Sin embargo, la puesta en marcha no se dio en las condiciones

CIPOLLETTI (AC).- La jueza María del Carmen García García intentó hasta último momento evitar que el Juzgado Penal 21 se pusiera en marcha, pero no lo logró. La nueva sede judicial, con serias limitaciones, empezó a funcionar en el primer segundo de ayer. Y en la madrugada ya tuvo su primera causa por una tentativa de hurto con un menor detenido, en Catriel En forma simultánea al comienzo de esta sede judicial, Cipolletti perdió a la única fiscal en comisaría. Mientras se designe al reemplazante de Alejandra Berenguer, quien desde ahora es agente fiscal de grado, el trabajo se hará como antes, comandado por la Policía.

En tanto, el Superior Tribunal de Justicia descartó que por ahora vaya a trasladar dependencias judiciales desde la Segunda a la Cuarta Circunscripción. (Ver aparte)

García García había presentado hace unos días un proyecto alternativo para evitar que su tribunal se pusiera en funciones tal como se había planteado. La jueza propuso crear un juzgado de garantías, utilizando los recursos humanos y materiales existentes, pero el Superior Tribunal de Justicia no le dio la respuesta que esperaba.

Ayer por la mañana la magistrada se sentó en su despacho y empezó a atender las primeras causas que recaerán por año en su Juzgado. Un hurto en Catriel, un robo calificado en Barda del Medio y una denuncia de amenazas en Cipolletti, fueron sus primeros hechos.

Como no hubo detenidos (el menor de Catriel fue entregado a sus padres), no tuvo que poner a prueba las gestiones para conseguir un defensor oficial. Esta es una de las principales limitaciones del Penal 21. Pero no la única.

García García no tiene vehículo ni chofer para acudir a alguna de las ciudades vecinas ante un hecho delictivo, y sólo cuenta con una línea telefónica, entre otras carencias El 28 de julio, viendo este panorama conflictivo y que l puesta en marcha del Penal era un hecho, la jueza le envió al STJ una propuesta de trabajo experimental de seis meses con las fiscalías en comisaría con asiento en la IV Circunscripción Judicial, que está a su cargo y que abarca desde Fernández Oro a Catriel.

En este escrito la magistrada advirtió la posibilidad del "colapso" del organismo, y dejó plasmada la necesidad de incorporar "en lo inmediato" un segundo organismo judicial para el fuero penal de Cipolletti.

"Estoy íntimamente convencida que el Juzgado de Instrucción en las condiciones de procedimiento actual no supera evaluación alguna, viola permanentemente garantías constitucionales y refleja pobres resultados a los justiciables", remarcó.

El proyecto de la jueza es darle mayor protagonismo a los fiscales en comisaría. Teniendo en cuenta que ya está en funciones el de Allen (con alcance en Fernández Oro), y que hay dos designados en Cipolletti (aunque con el alejamiento de Berenguer ahora ninguno está en funciones), consideraba conveniente nombrar solamente uno en la zona de Catriel e integrar una "Unidad Fiscal" con asiento en Cipolletti. Este organismo estaría integrado por un agente fiscal general coordinador, tendría a su cargo las comunicaciones con el Juzgado y elevaría los sumarios o investigaciones preliminares con dictamen en todos los caso al Tribunal. Esta función, propuso, podría ser llevada adelante por la fiscal Berenguer Pero sólo Alberto Balladini, uno de los tres integrantes del STJ, le comunicó su postura a favor de esta alternativa.