Duhalde apunta a presidir el Mercosur

BUENOS AIRES (ABA).- "¿Sabe cuál es la diferencia entre un progresista y usted?", le dijo un colaborador a Kirchner.

No se mostró sorprendido el primer mandatario curioso por ver hasta dónde llegaba la ocurrencia.

"El progresista necesita pasar por el psicoanálisis para tomar alguna medida de fondo. Usted en cambio la toma sin pasar por el diván", avanzó el intrépido funcionario.

Kirchner festejó, sin prever que muy pronto comenzarían para él ciertos complejos típicos de asumir medidas antipáticas.

El primer cortocircuito provino de su vice, Scioli, quien anunció que en octubre habría un aumento de tarifas .

Al día siguiente Kirchner ordenó a sus laderos a salir a desmentirlo. La pregunta que hizo Scioli a los suyos, después del desaire , fue muy clara: "si no piensa aumentar las tarifas ¿para qué (Julio) de Vido les pidió apoyo a los senadores (que se lo dieron ) con el fin de renegociar los contratos de las privatizadas?"

La coherencia de este planteo no quita que el vice abrió un camino ya repetido en la historia argentina: la construcción de un poder alternativo, algo que todavía está demasiado en carne viva con el ejemplo de la renuncia de "Chacho" Alvarez . Su objetivo es no limitarse a cumplir un rol institucional. Su pasado menemista en algún punto lo aleja de la impronta de este gobierno.

Kirchner supo construir una muralla simbólica de poder que actúa como presión para los demás poderes. Como el Congreso, que debió apoyar su polémica iniciativa de nulidad de las leyes de perdón. A la titular del ARI , Elisa Carrió, le preocupa la celeridad de las acciones. Le comentó a un diputado kichnerista en un intermedio del debate parlamentario: "Decile a tu jefe que vaya mas despacio, aunque si la derecha pretendiese desestabilizar, yo voy a estar de su lado".

Kirchner aprovecha la desorientación de la centro derecha como fuerza opositora. Vacío que puede terminar si se concreta un triunfo del empresario Mauricio Macri en Capital.

Muchos encuestadores ya lo dan como ganador en la segunda vuelta. Uno de ellos, enfrentó al Presidente. "Mirá, Artemio, espero que no juguetees con los números", le dijo a modo de advertencia al encuestador que tiene entrada libre en la Rosada .

Al presidente le preocupa que Aníbal Ibarra, pese a su apoyo, no se despegue en las encuestas . De todas formas el más afectado a corto plazo por una derrota de Ibarra será su jefe de gabinete Alberto Fernández, quien militó abiertamente a favor del frepasista.

Si Macri gana - aseguran - pensará rápidamente en las presidenciales del 2007 y en afiliarse al PJ.

La relación K-Duhalde se puede emparentar con la siguiente historia aplicada por Freud al psicoanálisis :"Un helado día de invierno, miembros de una sociedad de puercoespines se apretujaron para darse calor y no morir de frío. Pero pronto sintieron las púas de los otros y debieron tomar distancia".

La equidistancia justa tras el cierre de cronograma electoral que tomará Duhalde sería ser presidente del Mercosur. Anoche fue designado titular del Comité de Representantes Permanentes del bloque, un organismo que nuclea los estamentos económicos y políticos El canciller Rafael Bielsa trabaja sobre esa hipótesis consultando a diversos mandatarios del bloque regional. "Queremos que Duhalde sea el Romano Prodi del Mercosur"asintió un estrecho colaborador del jefe de las relaciones diplomáticas.

Para el líder bonaerense sería un puente de oro, que no impediría su influencia en la política partidaria local. Pretende ser presidente del PJ. El "cabezón" cavila, aunque ya dio media palabra.

Horacio Caride