Lula sigue cediendo para asegurar la reforma jubilatoria

Los estatales siguen marchando en contra del proyecto.

BRASILIA (DPA) - El gobierno brasileño de Luiz Inacio Lula da Silva volvió a ceder ayer a las presiones políticas y aceptó cambiar uno de los puntos polémicos de su proyecto de reforma previsional, para asegurar su aprobación en la segunda ronda de votaciones de la Cámara Baja, que se hará en las próximas semanas. Después de varias horas de reunión en Brasilia, la bancada oficialista en la Cámara Baja aceptó reducir del 50 al 30

por ciento el recorte de las pensiones y jubilaciones de los funcionarios públicos que perciban más de 2.400 reales (unos 800 dólares) por mes. Gracias a esa concesión, el gobierno logró que el opositor Partido del Frente Liberal (PFL) renunciara a su proyecto de eliminar totalmente el descuento y se comprometiera a no presentar nuevas propuestas de cambio al texto en la segunda ronda de votaciones.

"Fue un buen acuerdo. Ganamos un poco y perdimos un poco", expresó el líder del PFL en la Cámara Baja, el diputado conservador José Carlos Aleluia Asimismo, el líder del Partido Socialista Brasileño (PSB), que integra la coalición oficialista en el Congreso, dijo que la concesión fue "el entendimiento posible", y aseguró que el acuerdo "va a favorecer la votación en segunda vuelta, que es lo que importa". Los cambios, sin embargo, preservaron la disposición más importante y polémica de la propuesta: la cobranza de aportes previsionales del 11% a los jubilados del servicio público.Además, eleva de 53 a 60 años la edad mínima para jubilarse en mujeres y a 65 en hombres La Central Unica de los Trabajadores (CUT) de Brasil, la mayor del país y fundada por Lula da Silva, participará de una marcha de funcionarios públicos contra la reforma del sistema pensional, se informó ayer.