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El voto: criterios de decisión

Es habitual suponer que son las características personales del candidato, las propuestas y la simpatía partidaria las que inciden en la decisión de voto.

Al preguntar cuáles son los criterios que influyen "especialmente" en su decisión de voto, un 51% se refiere en primer lugar a las propuestas del candidato o del partido, y en segundo lugar (45%) al candidato, sus características personales. La simpatía partidaria figura para un 20% entre los criterios de decisión.

Sin embargo, en realidad, es más amplio el catálogo de factores que influyen en la intención de voto.

No todos los factores o criterios son "racionales". Por ejemplo, muchos no monitorean en forma continua el quehacer político. No todos, como sería deseable, se interesan por la política. Así se explica que el 40 % del electorado vota en función de su "intuición", de lo que siente. Eso no satisface, pero tampoco hay que despreciarlo. Pensar racionalmente aún no es la garantía de llegar a una conclusión correcta. Si fuera así, todos deberían llegar a la misma conclusión. Posiblemente son a veces la intuición, el "instinto", los que capacitan al hombre a evitar errores Además se conforma un conglomerado de criterios que influyen simultáneamente en la decisión de voto. Para un 24% tiene por ejemplo una importancia especial lo que se lee en los diarios sobre los partidos y sus candidatos, refiriéndose a noticias, reportajes y entrevistas. Para un 22% influye en el voto de manera especial la presencia del candidato, su capacidad de comunicarse por medio de actos públicos, reuniones u otro tipo de eventos. Un cierto papel juega el clima político en el grupo familiar. Un 14% de los ciudadanos orienta su voto de acuerdo a los comentarios de familiares y amigos El estudio sobre los criterios de decisión señala una sobreestimación en cuanto a las posibilidades de convencer o persuadir a los votantes por medio de campañas publicitarias y material propagandístico. Sólo un 6,1% incluyen en sus criterios de decisión el material informativo proveniente de los partidos políticos y sus candidatos. La publicidad televisiva, entre otros factores, orienta el voto de apenas un 5,8 % Una mención especial merecen en ese contexto las encuestas. Los estrategas en los equipos de campaña opinan que son especialmente los sondeos de opinión los que inciden en la decisión de voto. Correspondientemente encargan una serie de encuestas tratando de demostrar a su candidato como el seguro ganador. Así se explica el fenómeno de la "guerra de las encuestas" con sus frecuentes resultados contradictorios. No se utilizan las encuestas como un instrumento de investigación. Lo que prevalece es el fin propagandístico. Empero, los estrategas se equivocan. Sólo un 8,6 % del electorado toma en cuenta los resultados de las encuestas a la hora de votar. Esto significa que los partidos políticos y sus candidatos podrían ahorrar estas inmensas sumas que se invierten en la realización de encuestas. Aparentemente para la mayoría absoluta estos "estudios electorales" no son una fuente confiable de información. El escaso rol que juegan la publicidad y las encuestas en el marco de la decisión de voto sobre un electorado demuestra que el ciudadano no es tan fácilmente manipulable.

 Hartmut Hentschel
Director de Demoskopía

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