AMIA: Ruckauf derivó las críticas a Menem

Dejó en claro falta de coordinación para investigar. Entidades judías lo acusan de encubridor.

Carlos Ruckauf declaró ayer en el juicio por el atentado a la AMIA

Carlos Ruckauf, ministro del Interior cuando una bomba destrozó la AMIA, se desentendió anoche de cualquier responsabilidad en la investigación del atentado pues esa cuestión, dijo, estaba en manos del ex presidente Menem; su secretario de Seguridad, Andrés Antonietti, y la SIDE.

La actuación de Ruckauf en el marco de la causa AMIA, sin embargo, fue cuestionada desde la comunidad judía. Sobre él pesa una acusación por presunto encubrimiento, luego de que en 1999 dijera -durante la campaña por la gobernación bonaerense- que sabía quiénes habían llevado adelante la masacre pero que no quiso revelarlo amparándose en el secreto de Estado.

Ayer advirtió que apenas ocurrió el ataque "la búsqueda de los responsables no era el primer tema" y apuntó contra Irán. "Mi cabeza no estaba en buscar a los responsables" de la masacre, admitió durante la hora y media en que prestó declaración como testigo ante el tribunal que sustancia el juicio contra la llamada 'conexión local' del atentado.

Durante la mayor parte de ese tiempo, Ruckauf se encargó de dejar en claro que, desde el Gobierno, siempre quiso avanzar contra Irán, porque inmediatamente después de la explosión el Departamento de Estado norteamericano oficializó las sospechas que "con muchísima convicción" -dijo- apuntaban al Hezbollah como el organizador de la masacre, "con el apoyo de un sector del gobierno" iraní.

"Pero el canciller Guido Di Tella (ya fallecido) decía que no había que romper relaciones con Irán. Se redujo al mínimo la representación en ese país y el Presidente (Menem) tomó decisión, según el consejo de su ministro de Relaciones Exteriores", en alusión a Di Tella, dijo en sintonía con lo que había expresado la semana pasada el ex director de Migraciones Hugo Franco.

No obstante, Ruckauf aclaró que la actitud de Di Tella se enmarcaba en el temor a un eventual tercer atentado y "nunca" en aspectos económicos, ya que, dijo, "no se puede cambiar comercio por vidas" La pelea interna con Di Tella, dijo, llegó incluso a los medios de comunicación y motivó que el juez federal Juan José Galeano le enviara un oficio al entonces Presidente avisándole que esta cuestión podía apartarse del curso de las investigaciones "El Presidente nos ordenó que nos calláramos", reconoció al revelar la orden de Menem A la hora de contar las internas que se vivían en el Gabinete por esa época, el ahora candidato a diputado por el justicialismo bonaerense confesó que el entonces presidente Menem encomendó las tareas investigativas del caso AMIA al titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy; y el entonces brigadier Andrés Antonietti, quien -dos días después del atentado- inauguró la Secretaría de Seguridad y hace una semana quedó acusado por falso testimonio luego de su paso por el debate oral.

Luego de describir a Antonietti como "una persona muy especial", con quien prácticamente no tenía diálogo, Ruckauf admitió las limitaciones impuestas por Menem en este tema ("era muy parco con nosotros", dijo) y, tras admitir que no tenía injerencia en el caso AMIA, aclaró: "No era muy cómoda la situación, por eso la tengo presente" Así, en una clara crítica hacia aquellos que fueron designados por Menem para la investigación, el ex funcionario afirmó: "Hubiera sido bueno que quienes teníamos la absoluta vocación de que se supiera la verdad pudiéramos trabajar" Como responsable de la cartera política, Ruckauf solo tenía a su cargo a la Policía Federal (las policías provinciales dependían del área de Antonietti y Prefectura y Gendarmería respondían a la órbita de Defensa).

Por eso, el testigo aclaró que le había encomendado al entonces jefe de la Federal, Adrián Pelacchi, prestar toda la colaboración al juez del caso, y entendió que nunca había habido al respecto ningún problema, pues si no Galeano se lo hubiera hecho saber (DYN y Télam)