La campaña sale a cazar indecisos

Hay consenso en que la amplitud de ese sector está entre el 27 y 30%. El PJ les hablará desde el "voto útil" y la UCR los buscará sin irritarse.

Indecisos: por ahora, muchos ...

Búsqueda y seducción.

Esa es la consigna con la que a 26 días de las elecciones generales se mueven los partidos políticos rionegrino en dirección a la masa de indecisos de voto que muestran las encuestas.

Un sector que, a juzgar por las encuestas, oscila entre el 27 y 30%.

En el conjunto de los partidos hay acuerdo en que, en consonancia con la conducta que es habitual en el desarrollo de este fenómeno, el número de indecisos disminuirá significativamente a medida que se acerque el día de la elección.

Radicales y peronistas iniciaron la semana persuadidos de que la polarización de la elección que alientan los tiene como únicos beneficiarios de la decisión final que tomen los indecisos.

Sin embargo, los otros dos invitados a tallar con fuerza en las urnas, el Frente Grande y el Movimiento de Acción Rionegrina (MARA), sostienen que el reparto de indecisos también los tiene en cuenta.

Para candidatos y dirigencia, la tarea por delante gira en cómo motivar al indeciso a sumarse.

O sea, establecer una red de justificaciones que se convierta en una base lógica y valorativa de la decisión que tiene ante sí el indeciso.

Así, el contenido del discurso se torna en una herramienta decisiva para avanzar sobre los indecisos El peronismo, por caso, decidió ayer profundizar una estrategia discursiva que venía insinuando en forma muy discontinua: hablar del "voto útil".

Una consigna que se estructura vía una advertencia: "Si usted quiere que Río Negro siga viviendo en crisis por ocho más, vote al radicalismo; ellos le garantizan su deseo",

Como contrapartida, viene la otra pata de la consigna: "Si usted quiere terminar con la crisis, vote al peronismo, es la única alternativa con poder concreto que puede derrotar a los radicales".

- A los indecisos hay que arrinconarlos con ese dilema...ponerlos en la disyuntiva de ser gestores concretos de la historia por venir- se dijo ayer en la carpa de Carlos Soria, candidato a gobernador por el PJ.

La estrategia radical, claro está, opera desde otros convencimientos.

Gira fundamentalmente alrededor de la presencia y discurso de su candidato a gobernador, Miguel Saiz.

Todo ese accionar pivotea marcando aceleradamente diferencias con estilos y formas de hacer política tradicionales en el radicalismo.

Saiz, por caso, despersonaliza la campaña. Se muestra más como un político fungiendo en equipo de iguales, que como el hombre predestinado a un rol excluyente en el ejercicio del poder.

Difícilmente Saiz -por caso- se irrita a la hora de recibir los golpes propios de una campaña electoral. Los amortigua y responde desde argumentos de desigual carga argumental.

Pero nunca apela a palabras y categorías que denuncien la existencia de tensiones internas no resueltas. O que simplemente impliquen invalidad al "otro", vía la ironía despiadada o los golpes bajos.

Así, con ese estilo, Saiz toma distancia de lo que es mucho de la textura más habitual en el discurso del veranismo ortodoxo.

Así, con ese perfil, Saiz piensa captar a franjas de clase media aún indecisas en lo que hace a voto.

Y para Julio Arriaga - candidato por Encuentro de los Rionegrinos- y Eduardo Rosso, por el Movimiento de Acción Rionegrina, la búsqueda del indeciso se formula desde un único discurso: ser las plantas más nuevas que tiene la política rionegrina.

Aunque estén integrados por infinidad de dirigentes de la vieja guardia política, aspiran a talar como lo distinto y, desde ahí, resolverles el dilema que, por estos días, tienen los indecisos.