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Sólo con pingüinos no basta
En una Argentina con el sello de un movimiento
creado hace más de medio siglo, o era el turno de Kirchner -todavía con
su estilo indescifrable o indigerible según la óptica- con Duhalde entre
bambalinas, o era Menem, a cuyo amparo se movían los corruptos que, pese
a la huida del riojano, todavía siguen viviendo en el país. Claro que
camuflados, pues los vientos no les son favorables.
"...Soy pingüino, soy parte de la Patria...", sentenció el Presidente
en el populoso barrio de Florencio Varela, tras pedirle a los más humildes
ayuda ante los "aprietes" que, en su criterio, pueden venir de "allá",
del sector más ortodoxo del FMI (Anne Krueger, por caso) o de "acá", de
las empresas privatizadas que manejan los servicios públicos, en especial
las energéticas, a las que colocó bajo estado de sospecha a raíz de un
gigantesco apagón.
"Kirchner llegó con un poco más del 22 por ciento y, para demostrar que
no era débil, generó con su torbellino de decisiones una luna de miel
con la gente. Pretende colocar una bisagra en la historia -confesó uno
de sus hombres de mayor confianza en la Rosada-, pero sólo con pingüinos
no basta. Urge sumar nuevos acompañamientos".
Los que secundan al patagónico y resaltan sus dotes de riguroso administrador,
reconocen el carácter casquivano de muchos argentinos que "hoy te apoyan
y mañana no". Descalifican a los opositores y las corporaciones que remachan
con eso de que K no tiene un programa económico. Contraatacan diciendo
que las soluciones no son inmediatas -"no soy un mesiánico", se definió
el presidente ante el titular del Episcopado, Eduardo Mirás-, aunque puntualizan
que hay necesidades sociales básicas que "no pueden esperar" mientras
la nave navega con la vela y el timón apropiado, contra la corriente,
hacia un puerto seguro.
El mismo ladero señaló que hay cuestiones de fondo, como la deuda externa
y la fuga de materia gris al exterior (además de dinero), cuya resolución
se prolongará varios años. Con respecto a la falta de transparencia en
los actos públicos y privados, apuntó que la dificultad estriba en que
todos proclaman una lucha sin cuartel contra los deshonestos y criminales
siempre que "no se meta presa a la propia familia".
"No hay una única receta económica. Simplemente hay que hacer las cosas
bien: cortar los curros, poner en caja al Estado. Eso, que es lo que viene
de hacer Kirchner en Santa Cruz, es ya un programa", recitó el funcionario.
Con el ministro Roberto Lavagna en Washington dando examen ante el secretario
del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, el jefe de gabinete Alberto Fernández
tranquiliza diciendo que gran parte del directorio del FMI comprende los
postulados de Kirchner. "Las conversaciones para culminar en un acuerdo
de tres años van bien, pero debemos mantener el bajo perfil", aconsejó.
Kirchner afirma que "ni loco" firmaría un compromiso para obtener un superávit
primario para el 2004 de 4,5 por ciento. Eso significaría emprender un
ajuste que no está dispuesto a convalidar. Su pretensión es 2,5 por ciento,
marcando un contraste con lo rubricado por su colega brasileño Lula Da
Silva.
"Me voy a diferenciar de Lula porque no sacrificaré nuestra recuperación
para caer otra vez en la recesión", les comunicó en un encuentro de 40
minutos que sostuvo el miércoles pasado por la noche con Armando Cavalieri
y Rodolfo Daer, de la CGT.
Cavalieri, indiscreto, comentó después que Lavagna admira de Kirchner
además de su sagacidad política frontal y arrolladora, su capacidad de
gestión. Sin embargo, añadió que está preocupado por los inocultables
lazos existentes entre el Presidente y Flacso, el tanque de pensamiento
del kirchnerismo.
"Por cada ministro actual, tengo tres potenciales reemplazantes", habría
manifestado Kirchner, según la infidencia del dirigente mercantil.
Como dejó grabado San Agustín, a muchos les gusta engañar, a ninguno ser
engañado. Y Kirchner, que se vanagloria de no mentir, insiste en encontrar
verdad y justicia integrales.
En materia de reconstrucción nacional, debe definirse en los próximos
meses el tema de las tarifas de los servicios y la compensación posible
a los bancos por la pesificación asimétrica. Kirchner mandó a decir a
las entidades financieras que "se olviden" de seguir reclamando 15.000
millones de pesos. "Estamos quebrados, a lo sumo dispondremos de 2.500
millones", una cifra que se desprende de un cálculo entre el CER y el
CVS.
El Congreso -el actual- debe destrabar leyes que pide el Fondo. La dependencia
de Kirchner con el aparato duhaldista se constató cuando le soltó la mano
a algunos amigos políticos sin chance de ganar en sus provincias, y aceptó
posar con quienes apenas si traga, como los candidatos a gobernadores
en Chubut y Río Negro, Mario Das Neves y Carlos Soria, respectivamente.
Con el drama de la inseguridad ventilándose en las calles, las cárceles
y en las propias instituciones que tienen la obligación de velar por el
libre desplazamiento de los ciudadanos, volvieron a aflorar las divisiones
por el pasado militar nefasto, fruto de desavenencias en los que los civiles
no se pueden hacer los distraídos.
La búsqueda de una salida salomónica compromete al conjunto. Con la misma
línea de razonamiento de Elisa Carrió, el obispo Mirás llamó a alejarse
de los extremos, la impunidad de los asesinos y torturados y la venganza
de los afectados o ex guerrilleros.
Por allí se coló el cuestionado juez de la Corte Eduardo Moliné O"Connor,
al exagerar y autoproclamarse víctima de "un linchamiento político".
En este clima de resentimientos es difícil poner ladrillo sobre ladrillo
de una nueva Nación. El justicialismo está confundido sobre qué hacer
con las derogadas leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Es la Corte
Suprema a la que correspondería pronunciarse "sin presiones" sobre la
constitucionalidad o no de las mismas. El presidente del cuerpo Carlos
Fayt reiteró ante un senador justicialista lo que siempre expone a sus
íntimos: "el tiempo se desquita inexorablemente si se procede sin el auxilio
de la Justicia".
"Hay que ser pacientes", susurra Jorge Carro, uno de los subsecretarios
de la Presidencia que en septiembre irá por la intendencia de San Martín
de los Andes.
No será fácil armonizar con los distintos sectores. Finalmente, después
del desaire, Kirchner visitó la muestra de la Rural. "Yo no me olvido
del campo, nací en el campo, vengo del campo, pero tengo discrepancias
profundas con las dirigencias históricas de la Sociedad Rural", se sincera
K ante sus hombres de confianza.
El debate por los militares violadores de los derechos humanos seguirá
su curso. "No se negará nada, ni se esconderá nada debajo de la alfombra".
Así lo aseguran en el área de Gustavo Beliz, donde consideran que estos
procesos "deben madurar" después de que Kirchner "rasguñó" el cuerpo del
país "y afloró una herida que no estaba cicatrizada" ¿Qué se hará para
curarla?
En general, se ama la verdad cuando ésta hace brillar a uno, pero se la
odia cuando se utiliza para reprenderlo.
Arnaldo Paganetti
arnaldopaganetti@rionegro.com.ar
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