Las guerras de patotas inquietan a Bariloche

A pesar de las muertes y duras condenas, no cesan los violentos enfrentamientos. Los vecinos de los barrios Elflein y Tres de Mayo padecen las consecuencias.

Los barrios Elflein y Tres de Mayo están separados por una calle y las peleas entre grupos de jóvenes son una constante.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La muerte de varios jóvenes a manos de sus adversarios, y las severas condenas que impusieron los jueces por esos delitos no alcanzaron para que cesaran los absurdos enfrentamientos entre jóvenes de barrios aledaños de Bariloche, a quienes sólo separa una calle y tienen en común el poco entendimiento En uno de los últimos episodios de violencia registrados, un proyectil entró por la ventana de una vivienda, y varios más pegaron en la camioneta de un vecino. Luego de otro tiroteo, ocurrido en un barrio distinto ayer por la madrugada, la policía detuvo a un patotero y secuestró un arma de fuego.

Un vecino del barrio Elflein denunció que el jueves por la noche un disparo de arma de fuego había destruido el vidrio de la ventana del dormitorio de su hija, y otros proyectiles le habían perforado la carrocería de su camioneta, que estaba ubicada en la playa de estacionamiento cercana. El hombre expuso que los hechos habían ocurrido mientras se desarrollaba un feroz tiroteo entre dos patotas, la de su barrio, y la del Tres de Mayo, aledaño al Elflein.

En tanto, a las 3.20 de ayer ocurrió un episodio similar entre jóvenes de los barrios 204 y 218 Viviendas, en el Alto de la ciudad, sin que se registraran víctimas, pero generando gran inquietud en el vecindario.

Algunas veces la intervención de la policía para frenar los enfrentamientos genera una reacción adversa en los vecinos, y casi nunca logra detener a los responsables, porque se ocultan en sus domicilios o en los de sus amigos. Ayer, sin embargo, después del tiroteo, los patrulleros de la comisaría 28 lograron capturar a José Segovia, de 18 años, con un arma de fuego en su poder.

El enfrentamiento entre los patoteros de los barrios Ada María Elflein y Tres de Mayo produjo el último muerto el 7 de diciembre pasado, y un joven purga una pena de 14 de prisión por esa acción. Sin embargo las consecuencias no frenaron a sus compañeros, y los tiroteos siguen siendo habituales entre los grupos antagónicos de ambas barriadas En ese episodio, resultó víctima un joven de 27 años que no formaba parte de ninguno de los bandos. El condenado por ese hecho es un joven de 21 años que infundía temor en varios barrios del IPPV, y la víctima fue un muchacho de 27 años, que trabajaba en la zona rural y pasaba algunos fines de semana en la ciudad.

La forma de comisión del crimen, con disparos efectuados de manera artera, por la espalda y durante una persecución, mientras la víctima trataba de escapar o buscar protección, convencieron a los jueces de imponer la condena solicitada por el fiscal Carlos Alberto López.

La declaración de uno de los imputados y la de otros testigos parciales del incidente convencieron al fiscal de que José "Cocho" Bravo había sido el único responsable de la muerte de Carlos Domínguez, quien cayó herido de muerte muy cerca del lugar donde ocurrieron los acontecimientos el jueves por la noche.