CRIMEN EN LA CARCEL ABIERTA

Investigan quién autorizó el traslado del asesino

Estaba alojado en esa unidad desde marzo. Existió un informe favorable del gabinete criminológico. En la Justicia aseguraron que desconocían los problemas que tenía de conducta.

Aparentemente, en la cárcel abierta de Plottier se desconocían los problemas de conducta de Roberto Argentino Martínez.

NEUQUEN (AN)- La justicia está investigando quién autorizó que el preso Roberto Argentino Martínez sea alojado en la cárcel abierta de Plottier, donde el domingo a la madrugada asesinó a uno de los guardias. Según trascendió, en marzo pasado hubo un informe favorable del gabinete criminológico que examina la conducta de los internos, y recién el lunes se conoció otro dictamen que aconsejaba trasladarlo a otra unidad. Pero para entonces, ya había cometido el crimen. Por eso también se trata de establecer si ese papel se extravió, y en qué dependencia burocrática.

Según pudo averiguar ayer "Río Negro", Martínez (29 años) tuvo un paso conflictivo por la Unidad de Detención 11 del Parque Industrial, adonde había sido alojado inicialmente. "Es un preso viejo, históricamente maltratado", lo definió una fuente judicial.

En agosto de 2000 había recibido su tercera condena: siete años de prisión por robo con armas. Después de pasar por la alcaidía de varias comisarías recaló en la Unidad 11, donde a principios de este año participó de un motín, fue reprimido y presentó un recurso de hábeas corpus. Lo sacaron de la cárcel provincial y no sabían dónde alojarlo, hasta que presentó un pedido para que le permitieran participar de la experiencia de autodisciplina en la prisión abierta de Plottier.

El 24 de marzo pasado, un informe favorable del gabinete criminológico que depende del gobierno de la provincia autorizó su traslado a la cárcel abierta. Con ese dictamen en la mano, la Cámara Primera autorizó su traslado.

Desde entonces, no volvieron a tener noticias sobre su conducta. Hasta que el lunes pasado, los camaristas se enteraron de dos cosas: que Martínez había asesinado a Polidoro Jara, cuidador de la chacra donde funciona la cárcel abierta, y que existía un pedido para trasladarlo a otra unidad con fecha de la semana anterior que "se traspapeló" y recién llegó a la Cámara cuando era tarde.

"Nunca supimos que había tenido problemas para adaptarse", dijo una fuente de la Cámara Primera que habló con este diario. "Y jamás hubiéramos pensado que podía cometer semejante crimen. Por sus antecedentes, no daba ese perfil".

Los jueces no tenían noticia tampoco de las irregularidades que al parecer se producían en la prisión, y que también se están investigando. Como informó "Río Negro", los chacareros vecinos sospechan que los internos pueden estar vinculados con los robos que vienen sufriendo, y además los han visto entrar y salir libremente y consumir bebidas alcohólicas. De hecho la mañana antes de cometer el asesinato, Martínez fue hasta Plottier a comprar vino.

"No nos explicamos por qué cometió ese asesinato. Si hubiera querido fugarse podría haberlo hecho, porque estaba en un régimen abierto", indicaron las fuentes.

Martínez saltó por una ventana de la casa donde estaba alojado y se metió en la vivienda de Jara, uno de los cuidadores. Le exigió un arma y dinero, la víctima se negó y recibió cuatro puñaladas en el vientre que le causaron la muerte. Después Martínez trató de llegar a la ruta 22, donde al parecer lo esperaba un cómplice en un Volkswagen Gol. Pero su huida se frustró porque lo detuvieron antes.

El director de la cárcel, según se supo ayer, es un ex miembro del Servicio Penitenciario Federal. No se pudo establecer si conocía las irregularidades que ahora están saliendo a la luz, ni si conocía el mal comportamiento de Martínez.