Se llevaron cerca de 400 kilos de astas de ciervo

El insólito hecho ocurrió el fin de semana en Junín de los Andes. Desconocidos ingresaron a un depósito de la Dirección de Fauna y eligieron las cornamentas más valiosas, ya que en el lugar había alrededor de 800 kilos. En el depósito se encontraban elementos incautados a furtivos, como costosos equipos de pesca, que sin embargo no fueron robados por los delincuentes. En el mercado ilegal, el kilo de asta de ciervo se paga 24 pesos. No había detenidos.

Por la forma en que ingresaron y por los elementos que se llevaron, los investigadores creen que el robo tuvo una gran planificación.

JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- Un insólito robo de entre 350 y 400 kilogramos de valiosas astas de ciervo, fue perpetrado entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, de los depósitos de decomiso que la Dirección Provincial de Fauna tiene en Junín de los Andes.

El episodio, por la naturaleza del cargamento, supone para las autoridades una bien organizada maniobra con fuerte apoyo logístico, participación de varias personas y al menos uno de ellas conocedora de las características y valor de las piezas en el mercado negro.

Al cierre de esta edición, la policía realizaba intensas pesquisas para dar con los autores, que se llevaron unos 9.600 pesos en cornamentas.

El depósito en cuestión está ubicado detrás de la oficina de Fauna, frente a la ruta 234 y en la intersección de las calles Roca y Pedro Hilleras. Se trata de un lugar concurrido, pleno de casas sobre ambas cuadras, pero hasta el momento no existirían testigos del suceso.

Según las fuentes consultadas por este diario, los malvivientes habrían ingresad por una ventana de reducidas dimensiones, para lo cual debieron primero romper el enrejado.

Una vez en el interior, se dedicaron a abrir paquete por paquete, para desechar las astas de escaso valor y concentrarse en las que podrían ofrecer interés para la comercialización.

Cada paquete se corresponde con un número de acta de infracción por decomiso de caza ilegal. Así, de los 800 kilogramos de astas estibadas en el depósito, los atracadores se llevaron entre 350 y 400 kilos de las más valiosas, dejando tras de sí un verdadero desorden de paquete abiertos y astas desperdigadas.

En el lugar había también cabezas de ciervo, máquinas de escribir en desuso y una importante cantidad de equipos de pesca decomisados a furtivos.

Sin embargo, los ladrones se concentraron sólo en la tarea de seleccionar las astas y alzarse con ellas, lo que revela una clara intencionalidad y una preparación previa del robo.

El valor de las astas de ciervo puede ser sorprendente, ya que es materia prima para la elaboración de productos afrodisíacos de intensa demanda en el mercado asiático.

Con ese fin, las astas se comercializan por su peso. En circuitos marginales, un kilogramo de astas de ciervo de buena calidad tiene un valor de unos 24 pesos, según dijeron las fuentes a este diario.

Otro de los datos que inquieta a los investigadores es el nivel de organización y logística que revela el hecho. Una persona difícilmente pueda transportar más de 30 o 40 kilogramos de astas por vez, ya que se trata de un elemento de complicada estiba.

Así, se cree que debieron participar al menos tres personas para cargar a mano las astas, sacarlas del depósito y cargarlas en un transporte. El vehículo debía estar muy cerca del depósito, acaso estacionado allí mismo; pues una persona caminando por la calle con 30 kilos de astas hubiera resultado decididamente llamativa.