Planteo internacional por el caso de la joven neuquina golpeada

NEUQUEN (AN).- El caso de Ivana Rosales, la joven que quedó al borde de la muerte por los golpes de su marido Mario Garoglio, podría llegar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como ejemplo de una "violación flagrante" de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer".

Así lo anunció el decano de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Comahue, Juan Manuel Salgado.

El abogado fue consultado por el diario "Página 12", que ayer dedicó dos páginas al caso que tuvo una fuerte repercusión en la región, tal como informó en su momento "Río Negro".

El diario cita además la opinión de abogadas del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA). Una de ellas, Eleonora Faur, dijo que "queda en evidencia que para nuestros jueces ni siquiera las víctimas son iguales ante la ley", mientras que su colega Sofía Harari señaló que "el fallo gira básicamente sobre el tema del deber de fidelidad y la sanción al adulterio. Una vez más, la mujer y su cuerpo son vistos como propiedades masculinas, el voto mayoritario acepta de alguna manera que el mancillamiento del honor del varón merece una sanción 'manu militari'".

El mes pasado, Garoglio fue condenado a cinco años de prisión por "tentativa de homicidio calificado por el vínculo". Los jueces encontraron "circunstancias extraordinarias de atenuación" en su conducta, ya que momentos antes de agredir a su esposa se enteró de que ella le era infiel.

La abogada Natalia Gherardi opinó al respecto que "como respuesta a la víctima de una agresión que pudo haber terminado con su vida, el derecho penal responde culpabilizándola de lo que le ha ocurrido, diciéndole que se lo merecía".

Cristina Motta, abogada y coautora de un estudio sobre Mujer y Justicia publicado por el Banco Mundial, indicó que la jurisprudencia argentina relacionada con los delitos de homicidio y lesiones agravados por el vínculo "ofrece ejemplos elocuentes de estereotipos de género y ancestrales ideas de familia y fidelidad escondidos" Respecto del fallo, encontró como uno de sus rasgos que "los celos, el desamor o el incumplimiento de deberes conyugales ofrecen razones capaces de justificar una conducta agresiva, y por ello conllevan a una atenuación de las penas".