Pidieron 16 años de cárcel para uno de los imputados

Es el que está más comprometido en el homicidio.

Para el otro solicitaron tres años en suspenso.

Claudio David Masa (derecha) está sindicado como uno de los autores del asesinato del pianista Héctor Cippitelli.

NEUQUEN (AN).- La fiscalía pidió ayer 16 años de prisión para Claudio David Masa, uno de los presuntos autores del asesinato del pianista Héctor Cippitelli, y tres años de prisión en suspenso para otro involucrado, Jesús Adrián Reyes Contreras. Los defensores, en tanto solicitaron la absolución.

Así se cerró el juicio por el crimen ocurrido el 6 de febrero del año pasado en la casa del músico de 65 años, creador de la orquesta Splendid.

Masa tiene 29 años, y un testigo lo describió con bastante aproximación como parecido al actor que protagonizó la telenovela "Pedro el escamoso". El fiscal Ricardo Mendaña lo acusó de "homicidio en ocasión de robo", pero su defensor José María Varela dijo que las pruebas no alcanzan para condenarlo.

Reyes Contreras es colombiano, de 26 años. Lo acusaron de "tentativa de robo simple", porque según la fiscalía no ingresó a la vivienda de Cippitelli aunque acompañó a quienes lo hicieron. Su abogado, Gustavo Vitale, reclamó la absolución.

Después de la declaración de varios testigos y el análisis de las pruebas, la resolución del crimen aparece compleja aunque el hecho en sí pueda ser resumido en pocas líneas. Según la fiscalía, el 6 de febrero de 2002, entre la una y las 3 de la madrugada, más de una persona ingresaron al domicilio de Cippitelli y lo agredieron con golpes de puño y patadas. La muerte se produjo por "asfixia por sofocación", ya que sufrió una obstrucción de las vías respiratorias con una almohada. Los autores buscaban algo para robar, posiblemente siguiendo un dato respecto de dinero que habría cobrado la víctima, y se fueron con las manos vacías.

Los jueces de la Cámara Segunda deberán evaluar diversas circunstancias dudosas:

• Buena parte de la acusación fiscal se apoyó en la declaración de un testigo clave, relacionado con los presuntos autores por cuestiones de amistad (o enemistad) y parentezco. Se trata de Jorge Melián, pareja de una hermana de Masa. De la credibilidad que se asigne a este testigo dependerá el resultado de la sentencia

• Otro testigo importante, Federico Costich, había apuntado sobre los sospechosos pero en la audiencia de ayer se desdijo de todo lo que había declarado a los pocos días del crimen. Por eso la fiscalía pidió que le inicien una causa por falso testimonio. En realidad Costich está más cerca de ser un imputado que un testigo, ya que existen fuertes sospechas de que también concurrió a la casa de la víctima esa madrugada aunque no ingresó, y sería el que aportó el dato equivocado sobre el dinero. Además, los presuntos autores se habrían movilizado en un Dodge 1500 de su propiedad.

• No está claro quiénes ingresaron a la casa de Cippitelli. Como mínimo fueron dos, número necesario para dominar a la víctima que pesaba 145 kilos. El único elemento contundente es una huella digital manchada con sangre que pertenece a Jorge Aldeco, quien está prófugo. Se presume que ingresó acompañado de Masa, quien conocía al músico con anterioridad y pudo lograr que le franqueara el paso sin desconfiar. (Las puertas de acceso a la casa no fueron violentadas). Otras dos personas quedaron afuera en un vehículo, y fueron vistas por una vecina. ¿Eran Reyes Contreras y Costich?.

• Tampoco existe certeza de que los autores hayan ingresado con intenciones de robo, y lo concreto es que no robaron nada. Según el defensor Varela, "en esa casa hubo otra cosa, no un robo. Existió una negociación sobre cuestiones en las que no se pusieron de acuerdo, eso derivó en una discusión y en una pelea con este triste final".

• No quedó claro si los autores tuvieron intención de asesinar a Cippitelli. De acuerdo con el testigo clave, se fueron de la casa convencidos de que sólo lo habían golpeado, y recién se enteraron de que lo habían matado al leer la noticia en el diario al día siguiente. Aunque el forense Carlos Losada declaró que alguien ejerció presión posiblemente sobre una almohada y eso provocó la sofocación del músico.

La sentencia se conocerá el martes próximo.

La declaración clave para la causa

NEUQUEN (AN).- Jorge Melián no presenció el asesinato del pianista Héctor Cippitelli, pero según su declaración fue un testigo privilegiado del momento previo y posterior. Ayer se convirtió en la estrella del debate, aunque los defensores intentaron descalificarlo y hasta señalaron que pudo ser uno de los autores.

Melián dijo a los jueces que horas antes del crimen estuvo reunido en su casa-inquilinato con el trío de sospechosos, Claudio Masa, Jesús Reyes Contreras y Jorge Aldeco, ahora prófugo. En eso llegó Federico Costich "y dijo que tenía el dato de una persona que había cobrado 1.500 pesos, así que tenían un trabajo para hacer".

El cuarteto se fue en el auto de Costich y regresó horas después. Aldeco fue el que pronunció las frases más significativas. Según el testigo, dijo que le habían dado una paliza a Cippitelli, y agregó: "ese viejo no le abre la puerta más a nadie".

Melián lo vio con sangre en las manos, y advirtió que se había cambiado de ropa. También observó que Masa tenía manchas de sangre en los pantalones, en la pierna derecha. Sin embargo, parece que los sospechosos no sabían que habían matado a la víctima y recién se enteraron al día siguiente por el diario. Entonces se asustaron mucho y desaparecieron de la región. También él se asustó y abandonó Neuquén.

El testigo vive ahora en Mendoza, y aseguró que desde que declaró en contra de los imputados viene recibiendo presiones y amenazas. Las últimas, cuando estaba con un pie en el colectivo para viajar a Neuquén. Por eso pidió protección para su familia.

Al momento del crimen vivía en pareja con una hermana del imputado Masa, quien aseguró que de allí viene la animosidad del testigo en su contra. "Él le pegaba a mi hermana y yo la defendía", dijo.

Los defensores intentaron descalificar a Melián, y afirmaron que es muy probable que haya estado en la casa de Cippitelli, al cual conocía con anterioridad. "Ubica a otras personas en el lugar que le corresponde a él", afirmaron los abogados.